Los escolares que hacen ‘pira’ crecen el último curso hasta los 1.204 en Bilbao

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El Ayuntamiento de Bilbao detectó durante el último curso a 1.204 alumnos que hacían «pira». Suponen el 3,33% de la población escolar de la villa y en casi cuatro de cada diez casos se logró corregir su conducta. Pero hubo once que el Consistorio tuvo que derivar a la Fiscalía y otros 64 que se asignaron a la Diputación, según la respuesta que el concejal de Acción Social, Iñigo Pombo, hizo llegar ayer al edil popular Óscar Martínez Monroy. El concejal puso el foco en el incremento de los casos. Se trata del porcentaje más alto de los últimos cinco cursos, ya que la tasa se ha mantenido hasta ahora entre el 2,8% y 3,1% del alumnado, lo que significa de 997 a 1.106 estudiantes.

Monroy alertó también de que muchas de las 35.000 actuaciones que los educadores realizaron en el marco del Programa de Prevención, Detección y Control del Absentismo Escolar fueron en Otxarkoaga(7.606) y en San Francisco (7.311). El Ayuntamiento combina este programa con el plan de intervención socioeducativa (PISECO) y psicosocial (PIP). En el último curso se invirtieron 450.800 euros, además de otros 185.000, aproximadamente, «en atención al alumnado» y el 51% de sus esfuerzos «estuvieron volcados en Otxarkoaga», aseguró Monroy, que defenderá en el Pleno la conveniencia de revisar los programas sobre abstentismo, desarrollar otros específicos de prevención del bullying e intensificar la coordinación con la Diputación y el Gobierno vasco para prevenir situaciones «anómalas» en las aulas.

Fracaso

La propuesta es una de las siete que el PP realizó de cara al Pacto por la Seguridad y que se han incluido en el borrador que pasará a contrastarse con los grupos políticos el próximo día 23. Ha tomado forma ya con 36 acciones concretas. Según el escrito enviado por Pombo al PP, este año se revisarán los programas «a los efectos de valorar su adecuación, vigencia y sus necesidades de mejora».

«Algo ha fallado» cuando los responsables de los tres crímenes registrados en Bilbao entre diciembre y enero -que se cobraron las vidas del exfutbolista Ibon Urrengoetxea y un matrimonio jubilado de Otxarkoaga- eran menores que no «deberían haber estado envueltos en estas situaciones» y cuando un informe de los servicios sociales de base ya alertaba en 2012 sobre uno de los implicados, señaló el portavoz del PP, Luis Eguiluz. El menor tenía entonces 9 años.

«Si parte de los alumnos están faltando al colegio, ¿qué les espera? No queremos que se conviertan en carne de cárcel, ni chavales en la marginación. Queremos que tengan un buen futuro», aseguró. «Se ha producido un fracaso social del sistema y lo que tratamos es de mejorar herramientas que están muy bien dotadas», añadió Monro