Autopista hacia el cielo
UN guiño del destino volverá a unir a Andoni Gago y Kerman Lejarraga sobre la misma lona. Ambos, el sábado: el mismo Día D, la misma preparación y el mismo camino de espinas con un destino por escribir. Atrás, en el retrovisor, la dura carretera llena, de escollos: el hambre, omnipresente, compañero de viaje del boxeador en las últimas jornadas antes de afrontar cada prueba en las dieciséis cuerdas;el sacrificio del entrenamiento, de las tres sesiones por jornada y el soñar con los brazos estirados al techo;el continuo runrún sin reposo por más guerreros que sean los que se encuentren bajo los focos… Fuera de los grandes ventanales del éxito está el día a día, alimento del luchador, una tortura dulce. No hay descanso en las semanas previas. En el camino del luchador, Kerman y Andoni, pupilos de la empresa MGZ Promotions y compañeros de entrenamiento en el Mampo Gym de Zorrotzaurre -en el que se desarrolla un catálogo importante de púgiles-, comparten sueños. Europa es suya. Está ahí delante. Lo pueden tocar con las yemas de los dedos. En una huida hacia adelante, la del boxeo en Euskadi, la escalada del deporte ha sido himalayesca. El púgil crece y regresa al lugar del que nunca debió salir. La ascensión de Gago, el desfibrilador de la especialidad en Bizkaia, fue tremenda, llena de coraje, de corazón. La de Lejarraga se confirmó como una explosión, al albur de su ídolo, el Machito de Otxarkoaga, al que jamás duda como la referencia a seguir: por alma, por fe, por la lucha a brazo partido.
El sábado volverán a compartir cartel. La última vez fue en la velada de homenaje a Antonio, El Chato, Núñez en San Pedro de Alcántara el 15 de abril del curso pasado. Ambos boxeadores acabaron antes del tiempo. La anterior se remonta al 19 de junio de 2015 en La Casilla. Otros dos triunfos. El 18 de mayo de 2013, en el debut de Kerman ante Jair Cortés, también estuvo el de Otxarkoaga como estelarista y se dilucidó con dos victorias más. Pareja de amuletos. Después de llover tanto y de muchas sendas recorridas, viajes a Londres, Estados Unidos o Bucarest, los dos vizcainos sueñan en grande.
Determina Kerman Lejarraga, al que apodanEl Revólver, que se encuentra “muy motivado”. Enfrente, en el ensogado de Miribilla, le esperará Bradley Skeete. El boxeador del barrio de Tooting, en la parte sur del distrito de Londres, tiene un récord de 27 triunfos en 28 peleas y una docena de ellas se dirimieron por la vía rápida. Es un tipo alto, espigado, con las ideas claras, físicamente dotado y con un currículum jugoso: ha sido campeón wélter británico en cinco ocasiones, otras cinco veces ganó el WBO de Europa de su división y posee dos cetros del Intercontinental de la WBA. Tiene un buen pedigrí a sus 30 años. En la cuneta hay nombres como el de Sam Eggington, un bombardero. Su única derrota fue en noviembre de 2014 ante Frankie Gavin. “Estoy muy motivado, porque es el mejor rival que he tenido hasta ahora. Estoy con ganas de salir al cuadrilátero”, destaca el vizcaino, quien define a su contrincante como un “boxeador muy técnico, que se maneja muy bien en la distancia con la piernas. Se mueve bien sobre el ring”. Le ayuda su 1,84 y un andamiaje fibroso. “Motiva muchísimo pelear con un rival de estas características. Tiene un gran bagaje amateur y es mucho más amplio en profesionales”, certifica el boxeador de Morga.
A Lejarraga, bravo, valiente, con las ideas claras a la hora de gestionar una carrera salpicada de éxitos, le da “igual” la diferencia de diez centímetros con su adversario. “Tengo el trabajo hecho y estoy intentando prepararme con gente alta”, explica el vizcaino. Entre los contrastados, hay nombres propios: Jorge Fortea (15-1-1 y aspirante al Estatal del superwélter), Sergio García (26-0 y campeón del mundo Silver WBC) o el rumano Flavius Biea (13-1). “Me está ayudando mucha gente, también Amadou, José Sombra…”, añade Lejarraga.
“Mi sueño era pelear por esto, si gano o pierdo da igual. Jamás pensé en competir por un campeonato de Europa. Es mi sueño hecho realidad”, cuenta Lejarraga cuando se le pide que mire por el retrovisor. Por delante, la ambición en las dieciséis cuerdas. En el salpicadero no existe más meta que Skeete. “No pienso en nada más. Tengo mi cabeza centrada únicamente en el Europeo. No pienso en lo que vendrá después”, desgrana el de Morga, quien añade que “esta pelea es la que llevo esperando toda mi vida y gracias a MGZ lo podré cumplir”.
De cualquier modo, la preparación del combate del próximo sábado llegó convulsa por la renuncia de Ahmed El Mousaoui, la entrada del espigado británico y el aplazamiento del evento por un corte en el párpado de Kerman. “Soy de los que piensan que todo pasa por algo en esta vida. Llegó lo del ojo y voy más fuerte que nunca. Me mosqueó en el primer momento, pero, como se pudo aplazar, es mejor para mí”, analiza Lejarraga, quien asiente que “el franco-tunecino tenía un perfil parecido en la distancia larga”.
LA OPORTUNIDAD DE GAGO En la actualidad, la venta de entradas para el evento del sábado en el Bilbao Arena va viento en popa. La expectación es máxima. “Que la venta de entradas vaya tan bien significa para nosotros una motivación para seguir entrenando. Estamos agradecidísimos a todo el mundo que nos apoya”, cuenta El Revólver. Su compañero de entrenamientos, Andoni Gago, comparte su opinión. “Gago es mi compañero de siempre, es mi ídolo. Estamos con ganas de hacer el Europeo en una cartelera en la que estamos los dos. Le veo muy motivado, con muchas ganas. Sinceramente, le veo bien. El rival es peligroso, pero se va a encontrar conEl Machito”, define el de Morga, quien augura que “el público va a ver a dos boxeadores que no se achantan. Iremos hacia adelante y que sea lo que Dios quiera”.
El bilbaino asiente. Lo tiene claro. Es críptico, pero directo: “El título me hace mucha ilusión. Tengo muchas ganas de conseguirlo para los nuestros”. Si bien la disputa del trono de la Unión Europea estaba pactado con el complicado Kamil Laszczyk, con un 24-0 en su camino en el ensogado de pago, las circunstancias cambiaron el pie al equipo de MGZ, que ganó la subasta por el título. Los gestores de la carrera del polaco no querían que peleara como visitante. De este modo, el 11 de abril, a dos semanas de la cita, la empresa bilbaina echó mano del campeón de Francia del peso pluma, Geoffrey dos Santos. El de Les Moureaux ganó el cetro galo ante Yacine Mansour el pasado diciembre y cuenta sus once combates profesionales por victoria. Ninguno se dilucidó antes del límite. El Bilbao Arena cantará por Gago (18-3-3). “Siempre es un honor pelear en casa junto a los míos”, define el púgil, cuatro veces campeón de España de su división. “Hemos entrenado duro con los cambios previos a nuestro adversario. Físicamente, estoy haciendo todo el trabajo que me mandan”, asevera el bravo de Otxarkoaga. No se esconde: “Iré a fuego con mi familia y mi equipo para conseguir el cinturón”.
El título EBU de la Unión Europea significaría que Andoni sigue dando pasos firmes. “Andoni lleva con muchas guerras delante. Gago peleó con el campeón del mundo Lee Selby, disputó una eliminatoria de un Mundial con Viorel Simion y este es un nuevo reto en su carrera”, certifica Txutxi del Valle, entrenador de los dos boxeadores, que enfilan la autopista al cielo.
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