El metro ha cambiado la vida de Otxarkoaga

DEIA

“Que el metro llegue al barrio nos ha cambiado la vida para bien. Tenemos todo mucho más a mano”. El presidente de la asociación vecinal de Otxarkoaga, Álvaro Pérez, hace balance de la puesta en marcha hace un año de la línea 3 del metro. Para Pérez, que los políticos hayan alcanzado un consenso para lanzar la línea 4 Moyúa Rekalde es una noticia “muy positiva”. “A nosotros nos ha colocado en el mapa. ¿Sabes lo que supone para los vecinos de Otxarkoaga poder plantarte en siete minutos en el centro de Bilbao? Eso no tiene precio”, destacan desde la asociación vecinal.

La llegada del suburbano ha llevado al barrio de Otxarkoaga una mejoría en la movilidad de sus vecinos, sobre todo, para los que residen en la parte baja del barrio. “Estamos muy bien comunicados con Bilbobus. A las personas que viven en Arbolantxa les queda un poco más a desmano el metro, pero esas personas hacen más uso del autobús para evitar las cuestas”, comenta Pérez. Y prosigue: “Si se implantase el billete único sería redondo para todos”.

Desde la asociación vecinal de Otxarkoaga afirman que con la nueva opción de transporte se mejora de “manera significativa” la vida social de quienes residen en los barrios periféricos. “El metro nos acerca al resto de Bilbao y, por supuesto, a Bizkaia”, explican.

Con el suburbano son muchos los vecinos de Otxarkoaga que han aparcado el coche y ahora realizan sus desplazamientos tanto a otras zonas de la villa como a localidades limítrofes en transporte público: “Hemos ganado en calidad de vida. El metro es rapidez y eficacia”, apunta Pérez. Y añade: “Los de Rekalde tienen que estar muy contentos. Llevan muchos años solicitando el metro y les va a abrir a nuevas oportunidades”, explican. Desde que hace un año entrara en funcionamiento el metro a Otxarkoaga también han notado que desde otras zonas como Kukullaga se acercan vecinos que acuden a médicos especializados. “En el comercio por el momento no hemos notado cambios. Tenemos pequeñas tiendas de barrios de toda la vida”, apunta Pérez. De todos modos apenas ha pasado un año y todavía el metro puede seguir abriendo nuevas oportunidades. “Es cuestión de tiempo”, concluye