¿Por qué los vecinos de Otxarkoaga viven seis años menos que los de Indautxu?
Lo peor de ser pobre es que uno es pobre todo el rato, no hay descanso. Es una condición que lo condiciona casi todo. Se aprecia muy bien aquí mismo, en Bilbao. En los barrios más ricos la gente come mejor, estudia más y vive más años que en los barrios más pobres. Sí, es algo bastante obvio, ocurre en todo el mundo. El problema es cuando la brecha se abre y las desigualdades generan un abismo.
Primero, los datos.
El factor que lo determina todo es el nivel de ingresos. En Bilbao, la renta personal media es de 20.313 euros al año, según el último estudio del Servicio Vasco de Estadística (Eustat). Pero la cosa no está muy bien repartida. En los barrios más ricos, Abando e Indautxu, se dispara a 34.844 y 33.958, respectivamente. En los más pobres, Iturrigorri-Peñascal, Uretamendi y Otxarkoaga, se queda en 10.193, 11.153 y 11.172. Es decir, los más acomodados más que triplican en ingresos a los más humildes. La desproporción es, con diferencia, la más abultada de las tres capitales vascas. Porque en San Sebastián, Miramón (33.536 euros de media) duplica a Alza (16.071). Y, en Vitoria, Mendizorrotza, aún siendo el barrio más pudiente de las tres ciudades (35.998), no llega ni de lejos a triplicar a Arana ni a Abetxuko, que superan ampliamente los 14.000 euros.
Es más, de todos los barrios de las tres capitales vascas, los diez más pobres están en Bilbao. A los tres mencionados en el párrafo anterior se suman San Francisco, Altamira, Bilbao la Vieja, Arabella, Arangoiti, Zabala y Bolueta.
¿Por qué ocurre esto en la villa? Es cierto que se trata de la capital vasca más poblada, y que las ciudades más populosas alimentan las desigualdades. Pero, en este caso, las diferencias de población no son tan grandes como para justificar el desequilibro. Es decir, las tres son de tamaño medio y ninguna una megaurbe: San Sebastián tiene 186.000 habitantes, Vitoria 244.000 y Bilbao, 345.000.
«El principal problema es la precariedad en el empleo; hay trabajos sin calidad que no sacan a la gente de la pobreza»
IÑIGO POMBO. CONCEJAL DE ACCIÓN SOCIAL
«La orografía de Bilbao es determinante para explicar las desigualdades por la gran diferencia en el precio de la vivienda»
GARBIÑE HENRY. DOCTORA EN SOCIOLOGÍA (DEUSTO)
«La esperanza de vida está muy correlacionada con las desigualdades en la renta y el entorno social»
UNAI MARTÍN. DOCTOR EN SOCIOLOGÍA (UPV-EHU)
Los expertos consultados por este periódico consideran que, al analizar por qué Bilbao sufre más desigualdades sociales, hay que tener en cuenta una confluencia de factores que van desde la distinta naturaleza en los procesos de industrialización, hasta el modo en el que se salió de la crisis de los años 80, pasando por los fenómenos migratorios y los problemas de integración en ciertos barrios. Pero Garbiñe Henry, doctora en Sociología y directora de Innovación y Emprendimiento en la Universidad de Deusto, menciona una variable interesante: la orografía y el urbanismo. Efectivamente, la mayoría de los barrios bilbaínos pobres escalan laderas empinadas. «En Bilbao este es un factor determinante y supone una gran diferencia en los precios del suelo». La cuestión se remonta a los tiempos en los que nacieron esos asentamientos, nutridos por trabajadores que buscaban zonas con el precio de la vivienda más barato. Pero, claro, eso también implicaba un transporte público peor, menos equipamientos, más incomodidad… Y, en parte, sigue siendo así. Las familias más modestas se van a las zonas más baratas, y la pobreza alimenta más pobreza.
Debe haber de todo
Si el problema llega del urbanismo, la solución debe proceder del mismo sitio. Por supuesto, mejorando el transporte público, algo en lo que Bilbao ha avanzado mucho en los últimos tiempos. Pero, sobre todo, «mezclando usos del suelo en el mismo barrio». Las zonas exclusivamente residenciales pueden terminar convirtiéndose en guetos y generan desplazamientos masivos poco sostenibles. Pero si conviven en un mismo barrio «usos residenciales, industrias avanzadas, comercio, equipamientos de ocio y deportivos, entonces se generan unos flujos» que insuflan vida a la zona. «El urbanismo es una herramienta fundamental», asegura esta experta en sociología urbana. «Y Bilbao tiene un tamaño ideal para hacer de laboratorio urbano de cara a combatir las desigualdades». En realidad, esta es la filosofía con la que se ha proyectado Zorrozaurre, donde convivirán pisos con parques tecnológicos y equipamientos educativos.
Todo eso está muy bien, pero volvamos al presente. Bilbao es la capital vasca con más desigualdades. Y la pobreza es algo que acompaña hasta el final de la vida. Incluso adelanta el final de la vida. Según un reciente estudio del Grupo de Investigación en Determinantes Sociales de la Salud y Cambio Demográfico (Opik), de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), la esperanza de vida en Indautxu para un hombre es de 81,44 años, mientras que en Bilbao la Vieja se queda en 75, y en Otxarkoaga en 75,7. Seis años menos. Entre las mujeres la diferencia mengua y en estos tres barrios es de 87, 84 y 86 años, respectivamente.
Listado barrios bilbaínos
Buscar:
Ranking Renta Barrio Renta (€) Esperanza Vida Hombres Esperanza Vida Mujeres
1 Abando 34.844 80,24 86,39
2 Indautxu 33.958 81,44 87,27
3 Castaños 28.702 77,98 86,45
4 Miribilla 24.710 79,17 84,68
5 Casco Viejo 22.830 76,15 87,82
6 San Pedro de Deustu 22.799 80,21 87,5
7 Basurtu 22.380 79,74 85,71
8 Ciudad Jardín 22.139 81,07 87,51
9 Begoña 21.829 79,89 89,18
10 Ametzola 20.979 81,26 87,34
11 Ibarrekolanda 20.190 79,48 85,94
12 Iturralde 18.510 80,63 87,18
13 Txurdinaga 18.378 79,05 83,59
14 San Ignacio 18.143 79,22 87,17
15 Masustegi-Monte Caramelo 18.117 – –
16 Matiko 18.083 81,07 87,51
17 Iralabarri 18.017 – –
18 Zurbaran 17.865 79,14 87,09
19 Solokoetxe 17.581 80,63 87,18
20 San Adrián 17.247 79,61 86,56
21 Santutxu 16.113 80,83 86,27
22 Uribarri 16.072 80.15 95.50
23 La Ribera 15.840 80,21 87,5
24 Atxuri 15.761 78,25 84,39
25 Errekaldeberri 15.708 78,47 86,33
26 Olabeaga 15.413 78,45 87,26
27 Zorrotza 14.788 78,45 87,26
28 Larraskitu 14.756 78,47 86,33
29 La Peña 14.525 78,68 85,22
30 Bolueta 14.260 80,2 89,29
31 Zabala 14.077 – –
32 Arangoiti 14.069 – –
33 Arabella 13.868 – –
34 Bilbao la Vieja 13.846 75,04 84,25
35 Altamira 13.260 – –
36 San Francisco 12.892 75,04 84,25
37 Otxarkoaga 11.172 75,74 86,22
38 Uretamendi 11.153 – –
39 Iturrigorri-Peñascal 10.193 – –
Mostrando registros del 1 al 39 de un total de 39 registros
Anterior1Siguiente
«La esperanza de vida está muy relacionada con la desigualdad en la renta y con el entorno social», analiza Unai Martín, doctor en Sociología y especialista en Sociología de la salud en la UPV-EHU. Se aprecia sobre todo en los hombres por «el modelo de masculinidad» relacionado con ciertos hábitos. Es decir, ellos han tenido una vida con más consumo de alcohol, tabaco o trabajos penosos en la industria. Y eso acaba pasando factura.
Peor todavía
En realidad, si se atiende a otros datos, los de Osakidetza, el desequilibrio entre barrios es mucho mayor. No hemos considerado esta estadística del Servicio Vasco de Salud como fuente prioritaria en esta información porque está elaborada con datos recopilados entre 2006 y 2010. Es decir, está poco actualizada. Pero resulta muy reveladora porque hace una comparativa con todas las zonas básicas de salud de Euskadi. Entre las que tienen la población masculina con más esperanza de vida está Albia, es decir, el centro de Bilbao, donde alcanza los 79,9 años. En el polo opuesto están otras tres zonas de la capital vizcaína, que son las que cuentan con los peores datos de la comunidad autónoma: Bilbao la Vieja (71,5 años), Otxarkoaga (73,7) y Casco Viejo (74,2).
«La sociedad ha quedado muy fragmentada y no vemos mecanismos para que las familias pobres puedan mejorar»
ANA SOFÍA TELLETXEA. RESPONSABLE DE ANÁLISIS, CÁRITAS
«Este barrio siempre ha sido de gente obrera, con trabajos duros, y durante mucho tiempo las viviendas eran insalubres»
CRISTÓBAL RIVERA. ASOC. FAMILIAS DE OTXARKOAGA
A Cristóbal Rivera, secretario de la Asociación de Familias de Otxarkoaga, no le extraña. «Este es un barrio trabajador, con gente que ha estado en las ocupaciones menos cualificadas y más duras. Además, durante mucho tiempo algunas viviendas eran absolutamente insalubres». Para mejorar las cosas pide al Ayuntamiento más equipamientos que mejoren la calidad de vida. «En las últimas dos décadas se han construido polideportivos en Zorroza, Atxuri, La Peña, Miribilla… Pero para el que está proyectado aquí desde 1995 no hay dinero», se duele.
Otro elemento para explicar la diferente esperanza de vida por barrios es la comida. Aquí no hay estadísticas muy fiables, pero un curioso proyecto realizado el año pasado en Bilbao bautizado como Fotovoz revelaba lo evidente: los vecinos de las zonas más acomodadas comen pescado unas tres veces por semana, y las despensas de los más desfavorecidos están repletas de carbohidratos, precocinados, procesados y bazofia variada.
Sin posibilidad de mejora
Puede que lo más perverso de todo sea el hecho de que el ascenso social cada vez parece ser más complicado. Un vistazo al nivel formativo por barrios arroja un panorama demoledor: en Abando e Indautxu, según datos del Eustat, el 48% de los vecinos tiene estudios superiores. En Iturrigorri-Peñascal el porcentaje se desploma al 6%, igual que en Otxarkoaga y Uretamendi.
La educación en dos mundos
48%
es el porcentaje de vecinos de Abando e Indautxu que tienen estudios superiores. Son los dos barrios con más renta de Bilbao, y superan con creces la media del 27% que tiene el conjunto de la ciudad.
6%
es el porcentaje de titulados superiores que hay en los barrios con menos renta de la villa: Iturrigorri-Peñascal, Otxarkoaga y Uretamendi. La mayoría de la población aquí sólo tiene estudios primarios.
Así, las desigualdades se cronifican. «La crisis ha dejado una estructura social muy fragmentada, y no vemos mecanismos para que las familias en situación de pobreza puedan evolucionar socialmente», constata Ana Sofía Telletxea, responsable de Análisis y Desarrollo en Cáritas. A su juicio, se han debilitado esos puentes que facilitaban el paso de un mundo a otro. El primero de ellos es «el empleo de calidad», un bien cada vez más escaso. «Hay mucha gente que no logra salir de contratos precarios y eso pone en riesgo su futuro; no sólo el inmediato, sino la pensión que tendrá cuando se jubile». El segundo puente, las políticas sociales, también están sufriendo. Pero serán casi tan fundamentales como la mejora en la calidad en el empleo para detener la actual deriva hacia una «sociedad dual», en la que una parte importante de la gente se ve privada de toda posibilidad de llevar una vida digna.
Últimos comentarios