Viviendas Municipales de Bilbao: cien años de historia, 1918-2018
Se cumplen cien años de Viviendas Municipales de Bilbao, el mismo año en que la villa es premiada como Mejor ciudad europea por The Academy of Urbanism, no solo por su urbanismo, sino también por aspectos medioambientales, sociales, de innovación, de gobernanza e identitarios.
Durante este mes de octubre se inician los actos de conmemoración de las efemérides de una institución modelo en la resolución del problema del déficit habitacional. Fue el alcalde Mario Arana, en 1918, cuando Bilbao tenía una población de 93.000 habitantes y un grave déficit en viviendas, quien constituyó la institución Casas Baratas de Bilbao, con el objeto de proveer de habitaciones higiénicas y baratas a las clases más necesitadas de la capital vizcaina, con una aportación inicial de 2.500.000 pesetas y cuatro solares municipales en Solokoetxe. Se aprobaron sus estatutos el 26 de agosto de 1918. Las primeras actuaciones de viviendas fueron en Solokoetxe (1918) para empleados de sueldo limitado y Torre Urizar (1919) para trabajadores, a los que siguieron en años posteriores Solokoetxe II (1931), proyecto que se nutría del discurso y las reflexiones en torno a la vivienda social de los CIAM de 1928 y de 1930, y Solokoetxe III (1939), que siguió los mismos parámetros.
La situación no hizo sino empeorar en el periodo de posguerra, ante la falta de viviendas para las clases más necesitadas de la villa. Esta situación hizo que Agustín de la Herrán, entonces concejal en el Ayuntamiento de Bilbao, promoviera una sociedad inmobiliaria en comandita, Viviendas Municipales Sociedad en Comandita, fundada en 1941, que revestía la forma de sociedades mercantiles comanditarias por acciones, es decir, una empresa mixta municipal para construir viviendas en alquiler, basada en la experiencia de una sociedad inmobiliaria de Milán, propietaria de buena parte del patrimonio inmobiliario de aquella ciudad.
De la Herrán dio varias conferencias y mandó un folleto explicativo a todos los municipios más importantes de España en el sentido de que ese modelo bilbaino era no sólo la solución al problema de la vivienda en sus respectivos municipios, sino también la realización de mayor importancia de carácter social en España en régimen de aportaciones privadas de capital y en beneficio de sus inquilinos.
Múltiples actuaciones Las actuaciones a partir de ahí fueron prolíficas dada la gravedad de la situación de miles de familias bilbainas ante la falta de una vivienda digna. Desde 1941 se acometieron proyectos como Torre Madariaga y Monte San Pablo, a los que les siguieron Las Cortes, Sorkunde, Matiko, Santutxu, Miguel de Unamuno, San Francisco, San Adrián, Otxarkoaga, Zankoeta, Urazurrutia, hasta Pedro Astigarraga. Se trataba de algunas de las más brillantes actuaciones desde el punto de vista arquitectónico, porque siempre fue desde su fundación un magnífico laboratorio de reflexiones en torno a la vivienda social, desde las reflexiones en torno a las ideas de los CIAM, hasta las propuestas de la Unité d’habitation de Le Corbusier.
En 1978, ante el giro dado por la sociedad bilbaina por el proceso democrático institucional, se exige una mayor participación y colaboración a través de los órganos representativos, por lo que se establecerían cauces para ello, de hecho, las asociaciones vecinales reclamaron que Viviendas Municipales cambiara de mentalidad hacia ideas más democráticas.
Otro momento señalado en la historia de Viviendas Municipales fue el 25, 26 y 27 de agosto de 1983, cuando buena parte del patrimonio de esta institución quedó completamente destruido por los efectos devastadores de las lluvias torrenciales. Unos 1.500 millones de toneladas de agua cayeron en menos de 36 horas, y las viviendas municipales de Urazurrutia, Zankoeta, Unamuno u Otxarkoaga sufrieron graves consecuencias, además de zonas como el Casco Viejo, donde el agua llegó a alcanzar los tres metros de altura. Las inundaciones destruyeron mil comercios y provocaron pérdidas de diez mil millones de pesetas, derrumbaron viviendas y causaron más de treinta muertos. Además, dos mil empresas medianas o pequeñas fueron totalmente arrasadas y cientos de familias perdieron sus viviendas.
Reconstrucción En 1987 y 1989, para paliar la destrucción de las viviendas por las inundaciones en Iturrigorri Peñascal, la Peña Zamakola, Larraskitu… se construyó por Viviendas Municipales el grupo El Peñascal en el barrio Gardezabal, seguido del grupo Txurdinaga con 197 viviendas. En 1988, se firmó un convenio con la Caja de Ahorros Municipal para obtener un crédito de 500 millones, de un total de 1.500 millones de pesetas, para rehabilitar Otxarkoaga. Se firmó desde Viviendas Municipales un convenio con Surbisa para la compra y rehabilitación de dos edificios, Iturribide 1 y Belostikale 26, financiados por el Gobierno vasco. Ese mismo año se fundó el Organismo Autónomo Local Viviendas Municipales de Bilbao y se presentó el proyecto del área de reparto 713 en Rekaldeberri con un total de 240 VPO. En 1989 se firmó un nuevo convenio con el Gobierno vasco para construir 1.800 viviendas y se inició un plan de lucha contra la pobreza junto al Ejecutivo de Gasteiz.
Desde el año 2000 empezó a operar Etxebide, la lista única de solicitudes de viviendas. En 2002 se puso a la venta parte del patrimonio municipal con 800 viviendas vendidas a sus inquilinos y en 2003 se construía el grupo Luis Iruarrizaga. En 2005 se terminaron 45 viviendas en Miribilla y 89 en Elorrieta. En relación con el número de habitantes de Bilbao, la entidad era poseedora del mayor parque de viviendas municipales del Estado.
Un año después, Viviendas Municipales firmó tres convenios con el Gobierno vasco para la compra y promoción de vivienda destinada al alquiler protegido. En mayo del 2004 tuvo lugar la creación de Bizigune en Bilbao, en colaboración con el Gobierno vasco, para colocar en el mercado vivienda vacía en alquiler. En 2007 que alcanzaron las 497 viviendas. Fue ese año cuando en Bilbao la Vieja se terminaron dos grupos, uno de 40 viviendas y otro de 24, más doce viviendas en el Casco Viejo. En el 2008 se proyectaron 173 VPO en Miribilla y se aprobaba la modificación del Plan General y su ordenanza local de desarrollo para posibilitar el uso residencial de plantas bajas para Viviendas Municipales. También se firmó un acuerdo con BBK para ceder 40 viviendas en alquiler social en Gaztelondo (Rekalde) por 50 años. Un año después se firmaba un convenio con Visesa para construir 170 alojamientos para menores de 35 años en Ametzola. También se dio a conocer que del plan de viviendas municipales 2004-2014, de las 2.026 viviendas previstas estaban ya construidas 1.557. Ese año se entregaron las llaves de 94 viviendas en Atxuri y de 48 viviendas en la calle Julián Gayarre de Txurdinaga.
En el 2010 se entregaron por Viviendas Municipales 24 viviendas en Bilbao la Vieja, en la calle Cortes;11 viviendas en calle Esperanza, en el Casco Viejo;100 VPO en Gaztelondo, en Rekalde, y se realizaron depósitos a seis meses por 7,5 millones a la Banca Ética, que facilitaba microcréditos para personas empobrecidas. También comenzó el programa de Jóvenes Solidarios con la UPV-EHU, accediendo sus estudiantes a una vivienda por 50 euros al mes y su implicación en un proyecto solidario y comunitario de apoyo a colectivos vulnerables de los barrios de Bilbao La Vieja y Otxarkoaga.
Rehabitat 2011 fue uno de los años más prolíficos en firmas de convenios y de proyectos nacionales e internacionales, y es que se cedieron 40 viviendas por BBK en la calle Matilde Orbegozo, en Rekalde, y se inició el proyecto europeo Rehabitat, con el objetivo de diseñar la vivienda del futuro y mejorar la calidad de vida de las poblaciones que las habitan desde una perspectiva socio-comunitaria y ecosostenible, aglutinando los conocimientos de cinco ciudades a ambos lados de los Pirineos. Con ese fin, familias residentes en Viviendas Municipales de Otxarkoaga y Bilbao la Vieja profundizarían en los conceptos de sostenibilidad y podrían aprender a compartir nuevas prácticas que contribuyesen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, más actuaciones verdes en diseño. Tuvo inicio ese año el programa de Buena Vecindad y también se firmó con Lan Ekintza un convenio para promover locales comerciales en alquiler en Otxarkoaga y con Bilbao Eskena para dotar de vivienda temporal a los usuarios del centro Harrobia de Recursos Escénicos de Otxarkoaga.
Se iniciaba también el proyecto Ice Wish, cofinanciado por la Unión Europea, que fomentaba el uso de tecnologías de información y comunicación (TIC) para la promoción de la eficiencia energética y ahorro de consumos en las viviendas sociales. Para ello, en Bilbao se trabajaba en dos grupos de residentes en Viviendas Municipales, uno en Atxuri y el otro en Torre Urizar. Ya en 2012, Viviendas Municipales quedó finalista del premio Endesa para una rehabilitación más sostenible y firmó un convenio con la fundación Bilbaoarte para la cesión de alojamientos a los artistas residentes, e inició un programa de acceso a viviendas para personas con enfermedades mentales. Asimismo, firmaba un convenio con la UPV/EHU para mejorar la eficiencia energética en edificios de la universidad. En 2013 se iniciaban los programas Revive de reparación y aislamiento o Renove de rehabilitación energética, se cedieron 30 viviendas para combatir la pérdida por ejecución hipotecaria o desahucio por falta de pago, y se erigieron varias viviendas comunitarias, tanto en Rekalde como en Zorroza, y se convertían locales en viviendas en Matiko. También se dio inicio ese año el Programa Arraigo de Residentes en Otxarkoaga y se entregaron 20 alojamientos dotacionales en Miribilla. Al año siguiente se ejecutaban en Zorroza 80 VPO y se firmaba con varias entidades financieras para movilizar vivienda vacía. Se concedían, además, ayudas a 90 familias con sobreendeudamiento. Fue finalista ese año de los premios Erhin y AVS a la gestión eficaz.
En 2017 se inició el Programa Emancipación de Jóvenes menores de 36 años con 59 viviendas y apareció la nueva tipología de edificios residenciales ADA, con una primera fase en Ametzola con 66 alojamientos dotacionales de un total de 160. Finalmente, en 2018 se firmaba un convenio con Vivienda del Gobierno vasco para invertir siete millones en cuatro años para regenerar Otxarkoaga. Se trata de un proyecto de ecobarrio, cuya experiencia pretende ser exportada a otros barrios del País Vasco. Viviendas Municipales de Bilbao posee hoy un patrimonio de más de cuatro mil viviendas, veinte alojamientos dotacionales, ciento tres viviendas adaptadas y residen en sus viviendas 8.876 usuarios. Decir hoy Viviendas Municipales de Bilbao es lo mismo que decir cien años de una más que destacada política en vivienda social, tanto nacional como internacional.
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