Denuncian el «abandono» del campo de fútbol de Ibarsusi
El campo de fútbol municipal de Ibarsusi, en Otxarkoaga, hace tiempo que acumula deficiencias: goteras, problemas de humedades, falta de espacio en las gradas… Es lo que denuncia la asociación de familias de este barrio bilbaíno, que ya ha recogido 4.000 firmas y contará con una intervención en el próximo pleno municipal para informar de los problemas. «Tenemos hasta una plaga de ratas», denuncia Mónica Amilibia, al frente de las quejas vecinales.
Cerca de 400 niños de cuatro clubes diferentes de Otxarkoaga y Txurdinaga entrenan en este complejo, que se construyó hace casi dos décadas. «En ese tiempo, apenas se han acometido reformas y el uso ha hecho que los problemas se multipliquen y las instalaciones se deterioren», critica Amilibia. En numerosos vídeos colgados en las redes sociales se puede ver ratas campando a sus anchas por las instalaciones, fallos en el sistema de riego y una vegetación que invade el entorno del campo de juego. «La hierba solo se corta al inicio de la temporada», denuncian desde la plataforma.
A principios de noviembre, los responsables de los cuatro clubes que entrenan en Ibarsusi se reunieron con Bilbao Kirolak, el ente encargado del mantenimiento de las instalaciones, para discutir los problemas que presentaba el campo. Después de aquel encuentro, la entidad municipal se puso manos a la obra y asegura que «ya se han solucionado las deficiencias identificadas».
Entre las mejoras acometidas, destacan una reforma de las canalizaciones para evitar filtraciones, la desratización del entorno del campo de fútbol, el arreglo de las redes y de las bombillas y el ajuste de los sistemas de regadío.
Garantizar la seguridad
«Es cierto que se han realizado arreglos, pero para nada se trata de una rehabilitación», critican las familias, que siguen notando cierta «dejadez» por parte del Ayuntamiento. «Este mismo fin de semana hemos visto que seguía habiendo ratas», denuncian. En diciembre presentaron unas alegaciones a los Presupuestos del Ayuntamiento en las que pedían la construcción de un acceso seguro para los vehículos de emergencia, una mejora de las gradas y la eliminación del vallado de hormigón junto al terreno de juego, que supone «un peligro para los jugadores».
Ante estas quejas, Bilbao Kirolak destaca que el acceso «cumple la normativa» y que las mejoras de gradas y vallado dependen de cuestiones presupuestarias. El personal del instituto volverá a reunirse con las familias para hacer un seguimiento de la situación. Mientras, las familias insisten en que no piden un campo de fútbol bonito, «sino solo uno que cumpla unas condiciones mínimas. Tal como está ahora, da vergüenza ajena», sentencia Mónica Amilibia.
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