Andoni Gago se lleva a los puntos el Campeonato de Europa del pluma
El sueño se ha hecho realidad. Andoni Gago, ese mozo de almacén que todos los días se levanta a las cuatro de la mañana para compaginar los entrenamientos con el oficio que le da de comer, es el nuevo campeón de Europa del peso pluma. Se ha calado el cinturón tras imponerse a los puntos a Jesús Sánchez en un combate igualado y duro celebrado en el Bilbao Arena. Una victoria que el ‘Machito’ de Otxarkoaga ha logrado fiel a su estilo de no dar ni un paso atrás ni para tomar impulso.
Salía Sánchez con ganas de llevar la iniciativa, pero Gago, pese a un pequeño traspié al final del primer round, se protegía bien de las andanadas del madrileño. No tardó en elevarse la temperatura y en el segundo asaltó ya se entabló la batalla que ambos púgiles prometían. En ese cuerpo a cuerpo se movió mejor Gago, que conectó los mejores golpes. Sánchez, espoleado, se levantó del taburete en el tercero pegando fuerte, pero el de Otxarkoaga es duro como una roca y no tardó en pasar a la ofensiva para firmar un capítulo muy equilibrado. Gago iba a más y su dominio se hizo más patente en el cuarto capítulo, acumulando puntos a su favor.
En el descarnado quinto round surgió el ‘Machito’ más genuino, el que responde al lema de ‘A fuego’. En un momento de crisis, en el que el de Parla conectó una serie amenazadora, Andoni se vino arriba en el castigo y, como un animal herido, se lanzó con todo a por su rival, al que puso en muy serios aprietos.
El sexto supuso una leve y necesaria tregua tras el extenuante intercambio de mamporros del asalto anterior. En el séptimo, Gago intentó volver a meter gas, pero Sánchez, con la ceja izquierda muy tocadita, supo rehuir bien el boxeo en corto que buscaba el púgil local y lo mismo hizo en el siguiente, exhibiendo un envidiable juego de piernas.
El combate avanzaba, la fatiga aumentaba y en el noveno asalto al madrileño le costó más poner distancia con respecto al de Otxarkoaga, que se iba a por él con su habitual insistencia. Así ocurrió también en el décimo. En el undécimo, la capacidad de reacción era palpablemente menor en ambos contendientes, pero el de la precaución es un concepto que Gago no maneja cuando se encuentra en el ensogado. Y siguió su acoso sobre un Sánchez que bastante tenía con protegerse de las andanadas, no precisas pero sí constantes, del bilbaíno.
Pese al terrible cruce de golpes, no hubo KO y se llegó al final de los 12 rounds, tras los cuales un solo punto de diferencia le otorgó a Gago el preciado cinturón, que el boxeador dedicó al público que se dio cita en el recinto de Miribilla.
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