Del botxo a la órbita de las estrellas
EL niño que cantaba como los ángeles en el coro evangelista de Otxarkoaga jamás imaginó poder actuar en el Bernabeu delante de 69.000 personas. Sin embargo, los sueños a veces se hacen realidad. Juan Antonio participó en la edición de 2017 de Operación Triunfo y desde entonces su vida ha cambiado para bien. “Ser cantante ha sido mi ilusión desde que era un crío. Era algo inalcanzable y de repente, de la noche a la mañana, la vida me lo regala”, destacó el cantante a DEIA. Tras la gira de OT que finalizó en octubre del año pasado, el bilbaino inicia ahora su carrera en solitario y lo hace con mucha ilusión. Entre sus proyectos inmediatos figura un concierto en Bilbao, un disco a punto de ver la luz y un videoclip, junto al cantante mexicano, Carlos Macías. “En la academia estás protegido y cuando sales a la calle todo se te viene grande. Hay que tener las cosas muy claras y saber quién eres y qué es lo que realmente quieres”, esgrimió.
El próximo 23 de julio a las 20.00 horas ofrecerá su primer concierto en el auditorio del Hotel Gran Bilbao donde interpretará un sinfín de canciones y como primicia deleitará a los asistentes con alguna canción de su primer LP que verá la luz en agosto. “Creo que es la mejor manera de comenzar, en casa y rodeado de la gente que me apoya en Bilbao y en Euskadi”, explicó.
Su primer trabajo en solitario está compuesto de nueve canciones con estilo propio. “Soy muchas cosas en una sola persona”, apuntó. Dice que le gusta el pop, pero también es un enamorado del rock, de la música negra y de las baladas… “Siempre que escribo letras hay alguna balada”, apunta. Todas las canciones de su primer trabajo en solitario están compuestas por él. Juan Carlos dice que canta a la vida, a los sentimientos que emanan desde sus extrañas, porque como asegura a él le gusta trasmitir todas las cosas que vive y que le pasan, “lo bueno y lo malo”
Califica de excepcional la experiencia que ha vivido dentro de la academia y solo tiene palabras de agradecimiento para los profesores y para el resto de los compañeros con los que ha vivido ese momento: “Nunca pensé que podría ser uno de los elegidos”, confesó el cantante. Todavía recuerda el momento en el que hacía cola en BEC, donde se presentaron unas 600 personas;pasaron seis, al casting de Barcelona y a la academia entraron tres, de la prueba de Bilbao;Cepeda, Amaia y él. “Veía a la gente con mucha experiencia y yo me veía muerto de miedo allí, temblando, esperando mi turno. La gente me decía que cantase y yo pensaba: para qué, si seguro que no me cogen”. Era la primera vez que se decidía a presentarse al casting de OT y consiguió con su voz emocionar al jurado. “Fue un momento raro, de repente vi que el jurado y algunos compañeros se emocionaban al escucharme”, explicó. A partir de ahí su vida comenzó a cambiar. Estuvo tres semanas dentro de la academia y reconoce que en algunos momentos el miedo le pudo. “Ahora me siento mucho más seguro y tengo más recursos para superar los miedos”. Juan Antonio eligió para una de las galas la canción Juntando flores, del compositor Carlos Macías. Tanto le gustó la interpretación a Macías que este se puso en contacto con él para plantearle colaborar juntos en un videoclip grabado en Chiapas, México, y en el Casco Viejo de Bilbao.
La salida de la academia no fue fácil;fue poner un pie en la vida real y encontrarse con club de fans y que la gente le conocía. Del botxo a la órbita de las estrellas. “Intenté no agobiarme, dejarme llevar y disfrutar de lo que estaba viviendo. Procuro ser lo más cercano posible a la gente que se interesa por mí”, apuntó. Acabó el programa y el primer reto fue enfrentarse a un Palau Sant Jordi a reventar, con 19.000 personas. Ahora espera que la gente le siga apoyando y que se agoten las entradas para el 23.
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