Organazing con aire acondicionado
Aire acondicionado hubo en el Centro Cívico Otxarkoaga, aunque esa no fue la razón por la cual el tórrido jueves acudimos a la sexta sesión de las ocho que conforman el ciclo municipal ‘Uda Jazz’, incrustado entre los más de 150 actos del programa estival ‘Bilbao uda 2020’. La de este jueves en Bizkaia resultó otra jornada de 40 grados y de hecho el organista del cuarteto oficiante, Gorka Iraundegi, agradeció su asistencia a la veintena larga de espectadores presentes (sentados y separados en una grada con un aforo normal de 133), aunque hubiésemos ido sólo por el aire refrescante, tan refrescante como el repertorio que escogieron en su bolo creciente de 9 piezas en 70 minutos, todas presentadas de modo didáctico y algo cómico por el portavoz Iraundegi.
El grupo se llama Organazing por mor del atractivo órgano Hammond SK2 que usa, pero más le pegaría el apelativo de Guitarazing, pues los dos únicos originales del repertorio fueron firmas del guitarrista y fundador Raúl Sainz de Rozas, quien además coló con profusión los solos más aplaudidos de una velada creciente, ya se ha dicho. Completaron la alineación el sobrio baterista canario-venezolano Juan Luis Castaño (qué seca y precisa pegada la suya) y la saxofonista Elsa García Lizundia, la misma que liderando a otro cuarteto abrió las ocho sesiones jazzísticas de los miércoles en la animada terraza del Guggenheim y que este jueves tardó más en asentar su saxo tenor. Sí, Elsa tardó más en calentar por diversas razones: paradójicamente por el calorazo de esa tarde (secaba la boquilla de su instrumento y ella se veía obligada a lubricarla cada dos por tres), por el propio y bienvenido aire acondicionado (efecto secador), y por la mera entrada en harina de la tenorista a causa de motivos físicos y emocionales («a Coltrane también le pasaba, ¿eh?,a todos nos pasa», nos dijo al acabar el show, cuando reconoció que todo había ido hacia arriba y ella también).blob:https://otxarkoaga.es/62cdfa9f-2c84-4b47-b421-2f18d0f9ddf9
Los primeros 42 minutos con los 5 primeros temas estuvieron bien, desde la refrigerante inauguración con el muy cool ‘Carrot cake’ del guitarrista americano Peter Bernstein hasta el original en trío sin saxo ‘Olga decir’, un juego de palabras con el nombre de la esposa de Raúl para una balada en gradación realzada por los fraseos más modernistas y flotantes del guitarrista. Este par de títulos descollaron entre los otros de funk esquelético (el otro original, ‘Mic mic’, en homenaje al Correcaminos), de bossa nova (‘Ceora’ del trompetista Lee Morgan) o con espacio para el Hammond (‘Short story’, del trompetista Kenny Dorham).
En las 4 piezas postreras, durante 28 minutos, todo subió un escalón por pegada (no sólo sónica, pues siempre se oyó bien), inspiración e integración, con el saxo ya haciendo justicia definitiva a quien lo soplaba, a un Elsa que se dejó embargar por la inspiración. Sucedió en la segunda balada de la cita, ‘Infant eyes’ del saxofonista Wayne Shorter, cuando Iraundegi elogió su papel de compositor en la presentación de un número que suspende el tiempo. Y ya hasta el adiós cupieron el ímpetu del ‘Jingles’ del guitarrista Wes Montgomery, la modernidad ambiental, exótica y urbanita del ‘Dubai’ del baterista Billy Drummond (con minisolo percusionista del rotundo Castaños en el único alarde que se permitió), y el bis con un recortado ‘Like Sonny’ del tenorista John Coltrane (recortado porque se pasaban de tiempo). Hum…, no llegan a encender el aire acondicionado y la sensación de frescor en el CC Otxarkoaga habría sido la misma gracias a semejante repertorio.
Aún quedan dos jueves de este ciclo Uda Jazz. Con sendos tríos pianistas y ambos de buena pinta: el 13 en la Biblioteca de Bidebarrieta con José Luis Canal, y el 20 en el Bilborock con Jon Urrutia. Esperamos acudir a ambos bolos no sólo porque admiremos a los dos líderes.
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