Bilbao pondrá terrazas a las pequeñas casas obreras de Otxarkoaga, uno de los barrios con menos recursos
La pandemia y, en especial, el confinamiento que tuvo lugar en 2020, trajeron consigo, entre otras cuestiones, una reflexión acerca de las viviendas. Al vivir varios meses encerrada en casa, la población empezó a ser más consciente de la importancia de contar con grandes espacios y con balcones o terrazas en sus viviendas y la brecha entre unos barrios y otros se hizo más notoria ante situaciones como esta. Ese es el caso de Otxarkoaga, uno de los barrios de Bilbao cuyos vecinos tienen las rentas más bajas, con una media de 24.406 euros al año por familia, cuatro veces menor que la que tienen los habitantes del barrio de Abando, cuya renta familiar asciende a 82.630 euros, según los datos del Instituto Vasco de Estadistica (Eustat). La inflación reduce el poder adquisitivo de los hogares más pobres un 30% más que en los más ricos
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Muchas de las viviendas de Otxarkoaga, histórico distrito obrero, cuentan con menos de 50 metros cuadrados, sin balcón ni ascensor. Para hacerle frente a esta problemática, desde el Ayuntamiento han presentado un proyecto de rehabilitación de esos edificios, muchos de ellos propiedad del propio Ayuntamiento. “El objetivo es ganar metros cuadrados en terrazas o en habitaciones, pero contaremos con participación ciudadana para ello, ya que no somos propietarios del 100% de las comunidades, en todos los edificios que queremos reformar hay propietarios particulares”, ha explicado el concejal de Vivienda, Jon Bilbao, quien ha recalcado que, a la hora de realizar la votación vecinal pertinente para saber si el proyecto se realizará o no, el Ayuntamiento, pese a contar con varios pisos de un mismo edificio, solo podrá emitir un voto. “Nosotros no podemos imponer ni imponemos, lo que podemos hacer es aconsejar y llevar el peso de todas las reformas que se hacen”, ha insistido en una rueda de prensa ofrecida este miércoles en el mismo Ayuntamiento.
La rehabilitación de los edificios, que incluye siete portales de la calle Txotena, cuatro de la calle Irumineta y un portal de la calle Larrakoetxe, con 86 viviendas en total, se enmarca dentro del proyecto Orain Otxar con el que el Consistorio pretende hacer de uno de los barrios más humildes de Bilbao “un barrio eco-sostenible, mediante actuaciones de rehabilitación y regeneración urbana, con criterios de eficiencia energética, accesibilidad universal y mejoras en la habitabilidad de las viviendas”. Para ello, cuentan con la financiación del Gobierno vasco y de los fondos europeos Next Generation.
Los propietarios de las viviendas tendrán que sufragar los gastos de las obras con un “coste medio de 20.000 euros por piso” que, tras las ayudas, “quedará en 5.000 euros por vivienda”, según ha aclarado Bilbao y podrán decidir entre dos opciones. Por un lado, construir una terraza de entre 10 y 12 metros cuadrados y, por otro, construir un balcón y ampliar una de sus habitaciones entre 3 y 4 metros cuadrados. “Yo, por experiencia, sé lo que supone vivir sin balcón, porque tengo una casa grande, pero no está al aire libre salvo abriendo la ventana y sacando la cabeza. Se nota y es verdad. Durante el confinamiento, mi vecino de en frente, que sí tenía balcón, comía y hasta cenaba en la terracita, en el centro de Bilbao, que eso hasta ahora era impensable y me daba envidia”, ha confesado el concejal, que ha proseguido aclarando que “de esta manera mejoramos la habitabilidad y, tal y como indica la Ley de Vivienda de 2015 en cuanto a los metros cuadrados ideales por persona, ganaremos esos metros, que es un hito importante”.
Bilbao ha definido el proyecto como “innovador” por ser “el primero en ver la luz” en España y “de los primeros” en Europa y así lo ha presentado este miércoles a la Junta de Gobierno. Una vez se ratifique en el pleno del Ayuntamiento que tendrá lugar la próxima semana, se abrirá un plazo de un mes para que se realicen las alegaciones pertinentes. Mientras, seguirán reuniéndose con los propietarios de las viviendas a reformar para informar de los trabajos y conseguir llegar a un acuerdo. A partir de entonces, las obras saldrán a licitación pública con un presupuesto que rondará los “seis u ocho millones de euros”, según ha destacado el concejal, que ha reconocido que el periodo de las construcciones puede alargarse “un año y medio”.
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