Otxarkoaga estrena plazuela en honor a Don Diego Berguices, figura clave en su transformación
El Alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha inaugurado esta mañana la Plazuela Don Diego Berguices, situada entre los dos edificios de la Parroquia Santos Justo y Pastor, cercanos a la Plaza Kepa Enbeitia “Urrentxindorra” de Otxarkoaga. En el acto de inauguración, el Alcalde ha estado acompañado por el Obispo de Bilbao, Joseba Segura.
La inclusión del nombre de Diego Berguices en el callejero bilbaino responde a una petición vecinal para recordar, homenajear y agradecer la labor de comunidad y educativa que este sacerdote desempeñó en el barrio a lo largo de más de 3 décadas. El Alcalde de Bilbao ha destacado que “es importante que Bilbao recuerde a figuras como la suya, ejemplo de compromiso social y solidaridad”, en este sentido ha recordado que “Berguices fue precursor de iniciativas comunitarias y educativas pioneras en el barrio, que propiciaron oportunidades a los colectivos más vulnerables y abrieron las puertas a una vida mejor a muchas familias de la zona. Hicieron de Otxarkoaga, de Bilbao, un barrio y una ciudad mejor para todos y todas”, ha finalizado.
La nueva nomenclatura no tiene afecciones ni en viviendas ni en comercios.
Los inicios de un barrio inacabado
La llegada de Berguices a Otxarkoaga en 1.962 coincidió con los inicios de un barrio inacabado en lo urbanístico. Su primer objetivo fue paliar las carencias estructurales derivadas de estas dos circunstancias.
Diego Berguices volcó sus esfuerzos en la infancia y la juventud. Lo hizo desde la perspectiva del ámbito educativo. Lideró la puesta en marcha de las escuelas de grado elemental en los locales parroquiales, la escuela de maestría. Fue precursora de la Formación Profesional. Es la base del actual Centro de Formativo de Otxarkoaga, del que es fundador. Berguices adaptó siempre la enseñanza a las posibilidades y circunstancias de las y los jóvenes del barrio. También se encargó de propiciarles un espacio de ocio en verano. Y se encargó de las colonias que se desarrollaban todos los años en la localidad costera de Bakio.
Durante los más de 30 años de sacerdocio en el barrio, Diego Berguices desarrolló otras iniciativas sociales que permitieron habilitar la primera guardería en el barrio, colaboró con las primeras asistentas sociales en la zona y también en la atención a personas con problemas de alcoholismo y enfermedad mental.
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