LA TERNURA TIENE NOMBE DE MUJER
En estos días de vuelta de vacaciones he conocido a una mujer maravillosa. Desde el primer momento en que la vi, me quedé atrapado en lo que en ella encontraba. Es una mujer joven todavía, 61 años, y está en el ocaso de su vida. Ella sabe que sus días están contados y esta realidad la vive con una entrega total. Se la ve con una paz interior profunda y con una enorme tranquilidad ante el paso que va a dar. Deseo quedarme enganchado en esa aureola de paz que ella, sin moverse para nada de su lecho, es capaz...
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