Todos queremos trabajar a gusto (en la medida en que sea posible destruir una paradoja). Pero, trabajar a gusto no es importante sólo (todavía con acento) para el trabajador. Cualquier “empresario” sabe que ello aumenta la productividad del trabajador, su implicación, su dedicación,… Vamos que trabajando a gusto ganamos todos. Y de esto va la conciliación en las empresas. No de regalos. No de que, de repente, aparece un empresario generoso, caritativo, paternalista,…etc. Con la conciliación ganamos todos. Por ende, sin ella, perdemos todos. Espero que Equilia me permita reproducir aquí un par de párrafos de su web (gracias Judith,...
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