Entrevista a Lorenzo y Cristina de la Asociación de jubilados en «El Correo”
Responsables de grupos de jubilados bilbaínos sienten «agobio» por los trámites y los retrasos de las ayudas municipales
El cambio de modelo hace dos años para acceder a las ayudas municipales -documentación por duplicado y justificación de cada actividad- ha puesto a muchos al borde del ataque de nervios. Y cuando pasan la prueba de la burocracia, tienen que someter su paciencia a otro «agobio» peor: el de recibir las subvenciones del año muy tarde, «por ejemplo, en noviembre, como ocurrió el año pasado, y algunos aún no tenemos las de 2008». Esta es la historia de varios responsables de clubes de jubilados que no se han dejado vencer por las dificultades. «De momento», bromean con gesto muy serio como para ser un verdadero farol.
OTXARKOAGA
Lorenzo Esteban y Cristina Conde
«Nos las vemos y nos las deseamos»
Lorenzo tiene 80 años. Cuando se le pregunta qué tal lleva el cargo de presidente de la asociación y la losa del papeleo mira de reojo, con el cigarro desmayado en la comisura de la boca y entrecierra los ojos como si fuese a lanzar una maldición, pero no. Es un profesional -lleva 20 años en un cargo que nadie parece querer disputarle- y contesta como tal: «Tienes que rellenar lo mismo un montón de veces. Nos las vemos y nos las deseamos». Su compañera de la asociación, Cristina, asiente. «Es un trabajo de chinos», comenta mientras mete monedas de una cuota de socio en una caja de farias.
Lo que más le molesta a Lorenzo es que el método de los últimos años para lograr subvenciones del Ayuntamiento es muy rígido: «Si te dan 500 euros para una cosa te los tienes que gastar a la fuerza, aunque surja otra prioridad».
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