Arrojan bombas fétidas en un pleno del Ayuntamiento de Bilbao

Un fuerte olor a podrido que convirtió en irrespirable la sala de sesiones del Ayuntamiento de Bilbao motivó la suspensión por parte del alcalde, Jon Castañares, de pleno municipal celebrado a última hora de la noche del jueves. El lanzamiento por parte de algunas personas situadas en la zona destinada al público de unas ampollas de las conocidas como "bombas fétidas" fue, según se supo después, la causa del desagradable olor.Para entonces, el pleno había rechazado hasta ocho mociones de urgencia presentadas por la oposición de izquierda. Dos de esas mociones, relativas a problemas de dos de los más populosos barrios de Bilbao, eran esperadas con particular atención por el público asistente, más numeroso que en otras ocasiones. Una de ellas se refería a la puesta en marcha de una comisión mixta vecinos-Ayuntamiento sobre el plan de remodelación del barrio de Ocharcoaga. La otra estaba relacionada con la pretensión del alcalde de cobrar una tasa por la utilización de las escuelas municipales para impartir los cursos que desde hace años viene organizando la Universidad Popular de Rekaldeberri en dicho barrio.