MANIFIESTO DE BIZITEGI
En los últimos años asistimos con preocupación a diferentes polémicas relacionadas con la ubicación de determinados servicios de atención social para personas en situación de exclusión social. La más reciente ha sido la suscitada en torno al traslado del Centro Onartu al barrio de Txurdinaga de Bilbao. Ante esta situación, y más allá de este conflicto concreto, las personas y entidades abajo firmantes sentimos la obligación de transmitir, por el presente manifiesto, un mensaje en favor de la construcción de una ciudad más abierta y solidaria, así como un emplazamiento a instituciones públicas, agentes y organizaciones sociales y a la ciudadanía misma, a trabajar conjuntamente para impulsar en nuestra sociedad valores positivos que favorezcan la inclusión social.
La calidad de vida de una ciudad no puede existir si no se garantiza el bienestar social y el respeto de los derechos de todos sus ciudadanos y ciudadanas, independientemente de su origen, procedencia o costumbres, y, especialmente, de los de aquellas personas que sufren la marginación y la exclusión social. Nuestros barrios, nuestras ciudades, no pueden configurarse dejando de lado a aquellas personas que por razones diversas y como consecuencia de nuestro propio modelo de sociedad y de desarrollo, viven en una situación de marginación y exclusión.
Consideramos que es prioritario abrir a todos los barrios, pueblos y ciudades los proyectos sociales y las propuestas alternativas dirigidas a los colectivos que sufren la exclusión, promoviendo una convivencia más solidaria y más responsable entre sus propios ciudadanos y ciudadanas. Una sociedad que sabe detectar los problemas que ella misma genera y que sabe dar respuestas a ellos positivamente, es una sociedad más respetuosa y más habitable para todas las personas que la conforman.
Todas las personas debemos estar dispuestas a acoger en nuestros barrios los recursos e iniciativas sociales que se precisen, desde los valores propios de la solidaridad, la corresponsabilidad social y el respeto a los derechos de los otros y otras. De esta manera estaremos construyendo un barrio y una ciudad cada vez más justa e integradora.
La responsabilidad en esta tarea, recae en primera instancia en las instituciones públicas, que tienen el deber y la obligación de proveer los recursos sociales precisos para cubrir las necesidades básicas de los colectivos más desfavorecidos, así como garantizar que dichos recursos puedan desarrollarse de la manera más racional, óptima y eficaz posible. Así mismo, deben responsabilizarse, junto con otros agentes sociales, de informar y sensibilizar a la ciudadanía sobre políticas e iniciativas sociales que persiguen la cohesión social y la mejora del bienestar de toda la sociedad.
Las presiones de determinados grupos vecinales que defienden intereses particulares, amparados en ocasiones en la inhibición de las instituciones, pueden dar al traste con políticas sociales necesarias. La apertura o el cierre de recursos y centros sociales, así como la política social de un ayuntamiento en materia de bienestar social, tiene que depender de la planificación eficaz y de la razón sosegada y no de estados coyunturales que puedan ser instrumentalizados para crear alarma social.
Las organizaciones sociales no lucrativas que, en buena medida, son corresponsables de la apertura y mantenimiento de estos servicios sociales, son herramientas imprescindibles de las que la propia ciudadanía se ha dotado, no ya para atender o prestar solamente un determinado servicio, sino para construir un tejido social más cohesionado, desde la defensa de los derechos de todas las personas, especialmente de aquellas a quienes les son negados, y desde la promoción de valores relacionados con la corresponsabilidad, la solidaridad y la inclusión social.
Por todo ello, las personas y entidades abajo firmantes, coincidiendo con el inicio del 2010, –declarado Año europeo de lucha contra la pobreza y la exclusión social–, defendemos todas aquellas iniciativas que promuevan una ciudad más abierta e integradora. Defendemos la continuidad de los recursos sociales ya existentes y no renunciamos a nuevos proyectos que puedan ir surgiendo desde las diferentes necesidades sociales. Mostramos, en definitiva, nuestro compromiso ético, social y político con la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
Todo eso está muy bien, y yo estoy de acuerdo en que las instituciones tienen el deber y la obligación de ayudar a todas las personas por cualquier causa, se encuentran en situación de exclusión social, pero creo que éste “manifiesto de Bizitegi”, es más bien una “pataleta”, por no abrir el Centro Ornatu en Txurdinaga, y eso que incluso trataron de presionar al Ayuntamiento, para que se abriese ese Centro, (los responsables de Bizitegi saben de lo que hablo), pero el Centro no se abrirá, al menos no con la idea que planteaba Bizitegi-Ornatu.
Ahora vienen hablando de “La calidad de vida de una ciudad no puede existir si no se garantiza el bienestar social y el respeto de los derechos de todos sus ciudadanos y ciudadanas,…..” , supongo que se referirá a los derechos de TODOS los ciudadanos y no sólo de “los de aquellas personas que sufren la marginación y la exclusión social…”, porque Bizitegi, parece olvidar que los derechos de TODOS los ciudadanos están recogidos en las Leyes, tanto internacionales, del Estado, autonómicas e incluso ordenanzas municipales, y BIZITEGI se ha saltado toda esa legislación con la excusa de la “ayuda social”, lo ha hecho en varias ocasiones en Otxarkoaga, y ahora lo ha intentado en Txurdinaga, y ésta vez le ha salido mal, y esto sentará precedente para el futuro.
Claro que éste “error”, de la concesión de licencia de obra en Bizitegi-Txurdinaga, no hubiese existido, sin la colaboración expresa de la concejala de Urbanismo, Julia Madrazo, está tan acostumbrada a saltarse la Ley amparándose en conceder licencias para “locales sociales”, que uno más no importaba, pero ésta vez se equivocó, sólo la ha quedado la “pataleta” del Pleno Municipal del pasado día 28/1/2010, presentando una moción de reconocimiento a los grupos que trabajan contra la exclusión social, moción, fuera de contexto, porque todos los grupos políticos estaban de acuerdo en reconocer la labor de los grupos que trabajan contra la exclusión social.
Lo que tenía que haber explicado Julia Madrazo, en ese Pleno, es por qué se concedió la licencia de obras a Bizitegi-Txurdinaga, sin haber hecho la inspección de la documentación presentada para dicha licencia.
Lo que no explica BIZITEGI, es que se le “olvidó” presentar toda la documentación necesaria para la solicitud de esa licencia de obras, y ese “olvido” fue esencial para la concesión de esa licencia, y las licencias municipales lo dicen muy claro, que el solicitante de una licencia de obras,(de cualquier licencia), es responsable de los documentos que presenta y de los que oculta.
En cuanto a “Las presiones de determinados grupos vecinales que defienden intereses particulares,”, supongo que se referirá a los vecinos afectados de la C/Fernando Jiménez, si es así, al menos en lo que yo conozco, el rechazo al Centro Ornatu en Txurdinaga, siempre ha ido por los cauces legales, y lo que llama BIZITEGI, “intereses particulares”, yo lo llamo derechos de los ciudadanos, creo que aquí el único que defendía sus “intereses particulares”, ha sido BIZITEGI.
Ya que BIZITEGI dice que “Mostramos, en definitiva, nuestro compromiso ético, social y político con la construcción de una sociedad más justa y solidaria.”, una vez más se les “olvida” decir que para “la construcción de esa sociedad más justa y solidaria”, debe cumplirse la LEY, que no se les “olvide”, en el futuro, ni a BIZITEGI ni a las Instituciones.
Fdo.- Carlos Vegas.