EL TERMÓMETRO DE OTXARKOAGA
El sol de esta semana va a ser para el ayuntamiento de Bilbao. Es posible que algunos penséis que tengo alguna fobia a ese edificio en el que se toman las decisiones que nos afectan a todos y a todas, ese edificio, ese en el que pocas veces se nos escucha pero que muchas veces se realizan innumerables acciones al estilo más despótico y a la vez patriarcal, como si fuéramos niños a los que hay que educar en valores democráticos y ciudadanos, y a los que hay que enseñar que son otros los que saben lo que es mejor para nuestro barrio, sin vivir ni conocerlo.
Sin embargo, y a pesar de mi ya conocida postura hacia esos políticos descuidados por la gente de a pié, tengo que decirles que la obra de Irumineta era muy necesaria, y como siempre digo es muy positivo que se gasten los dineros , -como le gusta a Azkuna-, en nuestro barrio, que a pesar de lo que dicen, falta hace, y mucha. Nos han puesto plazas de aparcamiento, teniendo en cuenta las que han quitado, pues el saldo da negativo, han puesto dos juegos infantiles y una especie de camino caperucita a casa de la abuelita, un poco enrevesado, pero bueno, en fin, algo se ha hecho.
La nube de la semana va a ser para el Ayuntamiento de Bilbao. Esto es curiosísimo podréis pensar. Lo cierto es que sí, es contradictorio y completamente incoherente, pero como soy un inestable mental pues aquí tenéis. Aunque no lo creáis el otro día estando en la Universidad recibí la inspiración. Estaba yo en el baño haciendo lo que cualquiera puede imaginarse. Me da por levantar la cabeza y leer las típicas tonterías que se leen en las puertas de cualquier baño público. Justo cuando hacía eso, leer las genialidades de los que se aburren enormemente, me encuentro con la frase que dio sentido a innumerables cuestiones relativas a nuestro barrio, incluso era la respuesta a los porqués de los males de este punto azul llamado Tierra.
Ponía “Sala de Decisiones”, y yo allí, haciendo lo que no voy a decir. Sólo dos testigos de mi gran descubrimiento; yo y el bidé. En conclusión, las decisiones se toman con el culo, plantando pinos más exactamente.
Resulta que unos vecinos del barrio, más concretamente de Zizeruene están haciendo una recogida de firmas para que les pongan algo tan costoso, tan difícil de gestionar, tan complicado como una fuente. Eso es queridos ciudadanos del barrio, todo viene por un asco de fuente.
A veces son los asuntos más pequeños los que demuestran una actitud, en este caso la del edificio de las decisiones, lo que viene a ser el Ayuntamiento. ¿Es necesaria una recogida de firmas realmente? ¿no es mejor preguntar a los vecinos? ¿es posible que alguien en el edificio de las decisiones nos pregunte de verdad alguna vez? En fin, soñar es gratis.
Por último la lluvia de la semana será para el Ayuntamiento de Bilbao. Esto ya sé que es lo más. Desde luego manía me van a coger, pero bueno, todo por la patria. Os preguntaréis el porqué de la lluvia, pero después del sol y la nube…
El hecho es que la institución que más nos afecta sin duda desde los tiempos en que un enano fascista mandó construir el barrio es el Ayuntamiento. Desde hace muchos años hemos ido reclamando lo que por el simple hecho de ser ciudadanos nos corresponde. Quién no se acuerda de esas calles sin asfaltar, al estilo más tercermundista, o esas calles sin alumbrado, o esas carreteras sin ni siquiera pasos de cebra o señales de tráfico. Quién no se acuerda de esos sueños que a veces nos parecían a todos los que hemos vivido y vivimos aquí inalcanzables. Quién se podía imaginar que nos pusieran metro, o más líneas de autobuses, o incluso que instalaran en el barrio un edificio dedicado a la cultura. Sin embargo bajo el punto de vista de un humilde servidor, no hay nada que tengamos que no lo hayamos peleado con sacrificio, compromiso con el barrio y ganas de mejorar día a día. Todo lo que tenemos lo tenemos gracias a nuestra insistencia y lucha, estoy convencido de que sino seguiríamos perviviendo en el olvido de aquellos que por el hecho de haber vivido siempre bien consideran esto como un hecho natural, es decir, porque se lo merecen, lo que implica que si unos se lo merecen otros no, las razones de su grave dejadez algún día espero las den.
Ahora reclamamos y desde aquí interpelo a todos los que aquí vivimos para luchar por ello un Polideportivo. Nos pueden decir que en Txurdinaga ya existe uno.
Esto es cierto, sin embargo combatiré este potencial argumento con otro espero de igual peso. Hace ya algunos años llegó al Ayuntamiento de La Paz un nuevo alcalde, de la mano del partido de Evo Morales. Durante años en La Paz los recursos se habían invertido en infraestructuras, sobre todo en carreteras. Sin embargo descubrieron que tan sólo un 15% de la población tenía coche, curiosamente las población que tenía más recursos económicos, como es lógico.
Vieron que en los barrios de la ciudad las personas al no tener recursos suficientes desarrollaban por completo su vida en el barrio, su ocio, su tiempo libre, siempre allí. Sin embargo, no disponían de calles, mobiliario público, polideportivos, etc. Así, se hizo un plan total de acondicionamiento y puesta en marcha de servicios en los barrios de la ciudad. Campos de fútbol, de baloncesto, polideportivos…
Otxarkoaga es un barrio en el que una gran parte de la población, sobre todo juvenil desarrolla su vida en el ámbito del ocio en el barrio. Un polideportivo innovador, con servicios exclusivos que no hubiera en Bilbao además de proporcionar una alternativa a los jóvenes y no tan jóvenes del barrio que tienen la calle como principal canal de ocio y entretenimiento, atraería también a personas más jóvenes, menos personas rechazarían vivir en este barrio y podríamos hablar por fin de un nuevo Otxarkoaga, sin nada que envidiar de otros, con servicios y transportes de calidad.
Espero que el Ayuntamiento algún día realice esto en el barrio, aunque se han negado en numerosas ocasiones taxativamente, exceptuando algún grupo político. Desde aquí hago un llamamiento para exigir si no es esto un vivero de empresas, algo que nos dé el empujón final, para poder hablar por fin del Otxarkoaga del Siglo XXI.
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