NOTICIA EN EL DEIA
Entrar en la universidad fue cumplir un sueño"
Desde que iba a la escuela en Otxarkoaga supo que su futuro estaba en los libros. Tuvo la suerte de tener unos padres compresivos y una asociación cerca de casa, Kale Dor Kayiko, que trabaja con la juventud gitana por el "éxito escolar". Con María Pilar García, más conocida por Baby, lo han conseguido. Con esfuerzo y la ayuda de becas, ha llegado a la universidad. No es la única (otra chica que ha cursado este año primero de Educación Social) pero sí la primera que rompió las barreras en el mundo gitano. El año que viene otros dos jóvenes gitanos (chico y chica) se incorporarán a la universidad.
¿Siempre pensó en estudiar?
Sí, siempre lo he tenido claro.
¿Por qué?
Porque mis padres son educadores sociales y siempre me animaron. Desde la asociación Kale Dor Kayiko nos decían que estudiar servía para el futuro, para vivir bien.
Usted ha vivido un ambiente familiar que no es el clásico de la comunidad gitana.
He tenido suerte. El que mis padres y mis hermanas mayores hayan estudiado ha sido fundamental.
¿Qué sintió cuando entró por primera vez a la universidad?
Tuve miedo porque era algo nuevo para mí, pero fue muy emocionante. Superar Bachiller, aprobar la Selectividad y entrar en la Universidad de Deusto supuso cumplir un sueño.
¿Cuándo y por qué se decantó por Trabajo Social?
En 4º de la ESO. Al ver que mi padre era educador social, me animé.
¿Cómo le está yendo la carrera?
Bien, aunque no he sido una buena estudiante. He tenido dificultades.
¿Qué tipo de dificultades?
Mi nivel de vocabulario no es el más adecuado para explicarme en los exámenes. No es que no sepa los conceptos, sino que nos los llego a expresar bien. Eso hace que me baje la nota y me cueste más aprobar.
¿Cuál ha sido la asignatura más difícil?
Derecho Administrativo, pero la he aprobado.
Un año para acabar, ¿se lo cree?
Sí. Desde que empecé primero, vi que era factible y podía acabar.
¿Qué planes tiene ahora?
Sacarme el euskera y preparar unas oposiciones para el Ayuntamiento de Bilbao.
¿Y planes de vida?
Casarme el año que viene con mi novio.
¿También estudia él?
Trabaja y estudia. Él tenía las ideas claras de que quería estudiar, y yo le he animado. Va a iniciar un Grado Superior de animador sociocultural.
Sus padres le han apoyado pero, ¿qué decía el entorno familiar?
Unos estaban a favor y otros en contra. Unos lo veían bien porque estudiar podía suponer el tener un salario fijo, y otros me decían que para qué quería estudiar, que no hacía falta. Algún familiar me decía que para qué voy a hacer la carrera de galgo.
¿Qué significa eso?
Que el galgo nunca llega a la meta.
Pues usted está a punto de llegar.
Sí, a pesar de todo lo que tuve que oír.
¿Y qué dicen las gitanas mayores?
Ahora empiezan a ver bien que sus hijos prosigan los estudios. Con la crisis están comprobando que el tema de los mercadillos y la chatarra es pan para hoy y hambre para mañana. Por eso, al ver que yo puedo tener un trabajo fijo después de estudiar, consideran que está bien.
¿Están cambiando de mentalidad?
Está más aceptado que los niños vayan a la escuela y que estudiar es algo fundamental en la vida.
Usted es un ejemplo a seguir.
Creo que más bien una referencia.
Los datos están ahí. El año que viene habrá dos nuevas incorporaciones a la vida universitaria.
Fui la primera, pero el número va aumentando. Ha entrado otra chica gitana, Noemi, que ha empezado Educación Social en Arangoiti.
¿Se ha sentido discriminada?
En absoluto. He hecho amigas que me han ayudado mucho, aunque sí sentí discriminación en el instituto.
¿Que tipo de discriminación?
Comentarios y el hecho de no juntarse con nosotros cuando salíamos al patio.
¿Sus compañeros en la universidad sabían que usted era gitana?
Sí, desde los primeros días.
¿Cómo se enteraron?
Tuvimos que hacer unos ejercicios en los que teníamos que hablar de casos de discriminación que hubiéramos visto. Yo puse mi ejemplo.
¿Cómo reaccionaron?
Muy bien. El hecho de que hubiera una gitana en la clase era una bomba. De todas formas, en la carrera que yo estudio existe una sensibilización especial hacia estos temas porque todos van a tener que trabajar con gente de diferentes culturas.
¿Su presencia en las aulas les ha ayudado a sus compañeros a cambiar la visión del pueblo gitano
No sé. Me han utilizado como recurso para acercarse a la comunidad gitana. Cuando hacían trabajos sobre la mujer gitana, me preguntaban mucho. He sido la embajadora de la comunidad gitana en la universidad.
También le habrá costado un gran esfuerzo económico estudiar.
Sí, pero he tenido la ayuda de becas, de la Universidad de Deusto, del Gobierno vasco y del Secretariado Gitano. Aunque el mayor esfuerzo lo han tenido que hacer mis padres.
¿Qué opina de las costumbres gitanas?
Hay que mantenerlas. Pero eso no significa que nos quedemos sin integrarnos en la sociedad. La sociedad va avanzando y la comunidad gitana también. Algunas costumbres están más arraigadas y no se han modificado.
Como la de casarse tan joven.
No es que sea una costumbre. Es ley de vida. El objetivo de la mujer gitana siempre ha sido básico: leer, escribir, mantener las cuentas de la casa y tener un marido. Si a esto le añadiríamos tener una carrera o unos estudios se casaría más tarde. Aunque ya hay bastantes gitanas que estudian sin casarse.
¿Se casará por el rito gitano?
Sí, por el culto de la Iglesia Evangélica de Filadelfia.
¿Seguirá trabajando en la asociación Kale Dor Kayiko?
Sí. Aunque trabaje en otro sitio, seguiré colaborando con ellos. Lo primero es la comunidad gitana.
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