UN POCO DE MELANCOLÍA
Posiblemente éste es el primer miércoles por la tarde que me siento (de sentarse, no de sentirse) solo en la sala de profesores. Hay algunos más trabajando en los ordenadores. Pero, la mayor parte está siguiendo un curso de "supervisión de casos" No les envidio. Es algo que ya no atrae mi interés. Para formarse en el terreno de la educación (supongo que en cualquier terreno) es necesario tener futuro y yo ya sólo tengo presente y pasado (… en este campo). Pero, sí me congratula que haya quien sienta la necesidad y dedique parte de su tiempo a mejorar sus aptitudes educativas. Formarse (seguir formándose) es un acto de humildad (lo contrario de lo del gallo. ¿Os acordáis?). Es un acto de fe en el futuro de uno mismo porque uno cree que puede ser mejor (todavía mejor) y un reconocimiento de la radical igualdad con sus alumnos (al fin y al cabo, aunque a distintos niveles, están en el mismo barco y hasta en los mismos pupitres). Por eso, aunque ya no sea mi tiempo me alegro de que haya mucha gente en semejante desvarío ("formarse más, ¿para qué?" se oye decir a mucho listillo). Yo seguiré mi formación en otros terrenos. Y que quede claro que en la foto anterior no había ningún montaje. YO ESTUVE ALLÍ
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