SIGUE LA HUELGA EN «BILBOBUS»
Por primera vez desde que los trabajadores de Bilbobus iniciaran la huelga indefinida, el pasado martes, ayer tuvo lugar un contacto directo entre la dirección de Veolia y el comité de empresa. Sin embargo, el encuentro, celebrado en la sede de la compañía de transportes, no permite abrigar esperanzas de normalidad a los usuarios. Tras apenas hora y media de conversación, en la que la empresa presentó una oferta y los trabajadores elevaron algunas de sus demandas, las partes dieron por finalizada la cita sin alcanzar acuerdo alguno ni fijar una nueva reunión.
Desde la tarde del miércoles, la dirección de Veolia hacía números para presentar al comité una propuesta que se acercara a las exigencias iniciales de la plantilla. A última hora de la mañana de ayer, la compañía citaba a los representantes de los trabajadores a las 16.30, en las propias dependencias de Bilbobus. Su intención era presentar «una revisión al alza» de la devolución de las horas extras acumuladas, el principal escollo de la negociación.
El comité no solo rechazó la oferta de la dirección, sino que elevó sus peticiones al respecto. Según su presidente, Pedro Angulo, la propuesta de Veolia «ya no es suficiente». «Después de tres días de huelga indefinida, los trabajadores están muy quemados y no confían en la empresa», indicó. Su intención es que «empiecen a disfrutar ya de quincenas de vacaciones a cuenta de las horas que tienen acumuladas». Según explicó el representante sindical, esto supondría la devolución de unas 80 horas por trabajador de las «más de 200 de media que les corresponden».
Para Veolia, este argumento supone «doblar las exigencias iniciales», algo que no está dispuesta admitir, «cuando estamos haciendo un esfuerzo por ofrecer mejores condiciones», aseguraban fuentes cercanas a la dirección. En su opinión, los trabajadores habrían aumentado sus reclamaciones con el objetivo de «alargar la huelga y presionar a la empresa».
«Seriedad»
El desencuentro en este punto clave puso fin a la reunión mucho antes de lo esperado. Apenas una hora y media frente a las jornadas maratonianas que se vivieron cuando la negociación se produjo en la Delegación de Trabajo del Gobierno vasco. Precisamente, la compañía francesa manifestó ayer su intención de volver a reclamar la mediación del Ejecutivo autonómico para encarar la negociación «con seriedad».
La reunión resultó tan tensa que, según la dirección de Veolia, los trabajadores habrían dado por nulos los acuerdos logrados hasta el momento. Angulo negó que se hayan roto todos los puntos de encuentro, pero reconoció que «las circunstancias han cambiado».
El comité de empresa ha manifestado en reiteradas ocasiones que no abordará la negociación del convenio hasta que no se logre un acuerdo en la devolución de las horas acumuladas. Anoche su presidente adelantaba que sus exigencias en el capítulo salarial no llegarán al IPC más el 9% que pedían inicialmente. «Tenemos los pies en la tierra, sabemos que no es un buen momento y nuestra oferta será más moderada», reveló Angulo en declaraciones a este periódico.
De momento, la falta de entendimiento aleja la posibilidad de que el servicio municipal de autobuses vuelva pronto a la normalidad, mientras la paciencia de los viajeros se agota por momentos.
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