Bilbao culmina su plan de haurreskolas
Cu-Cú. Un niño juega al escondite con su educadora en la haurreskola de Francisco de Goya, en Otxarkoaga. Cu-cú. Otro se esconde de sus compañeros detrás de sus manitas en Arangoiti. Cu-cú. Ahora es una niña, en su haurreskola de Zamakola. Cu-cú. Le responde otra al descubrir su cara desde Miribilla. Cu-cú. En las haurreskolas de Mina del Morro y San Francisco también juegan. Cu-cú. Se apuntan en Cervantes, de Abando, y Elejabarri. Cu-cú. Gritan desde Zazpikolanda, en Zorrozgoiti. Todo Bilbao puede unirse al juego. Y es que el Ayuntamiento culminará, con la inauguración de la haurreskola de Zankoeta, en Basurto, el plan de haurreskolas que se planteó en 2007 para llegar a todos los distritos bilbainos. Desde Deusto a Basurto. Un proyecto que ha necesitado tres años para materializarse, tiempo en el que no solo ha creado nuevos centros sino que también ha renovado algunos de los ya existentes, modernizando el servicio y aumentando, a su vez, el número de niños que lo disfrutan.
Para alcanzar esta meta, el Área de Educación, dirigida por Ibone Bengoetxea, ha dotado a la villa de tres nuevas escuelas infantiles, situadas en los distritos de Abando y Basurto, donde aún no se había mudado el servicio que ofrece el Consorcio de Haurreskolas en Euskadi. Así, en 2008 vio la luz la haurreskola Cervantes, la primera del centro de Bilbao, y hace apenas unas semanas, abrió las puertas Zazpilanda, en Zorrozgoiti, una de las haurreskolas más demandadas por los vecinos de Bilbao, precisamente por ser uno de los barrios más alejados del núcleo. El lunes se inaugurará la segunda guardería del consorcio del distrito de Basurto, Zankoeta, que se ha levantado en el antiguo edificio de desinfecciones.
13 centros Gracias a estas incorporaciones, el mapa de haurreskolas de Bilbao se completa con 13 centros: tres en el distrito 1, otros tantos en el distrito 5, dos en el distrito 8 y uno en cada uno de los distritos restantes. Un aumento de recursos que se traduce en 126 niños más que pueden acceder a las aulas.
Sin embargo, encontrar los espacios que cumplan las normativas de haurreskolas para albergar nuevas guarderías no ha sido fácil. Bilbao es una ciudad muy consolidada y el Ayuntamiento dedicó todo un año a inspeccionar cada uno de los lugares susceptibles de ocupar una haurreskola. El objetivo era claro: dotar a Bilbao de más centros pero, también, que estas fueran de calidad, amplias y con patios propios. Y así lo han llevado a cabo.
La nueva familia de haurreskolas ha sido construida, además, cerca de otros centros educativos de Infantil y Primaria, cumpliendo así otro compromiso: posibilitar que las familias pudieran tener un centro de referencia una vez llegada la hora de dar el paso el siguiente.
Pero en esta aventura educativa no todo ha sido partir de cero. El equipo de Bengoetxea ha rehabilitado durante este tiempo otras tres haurreskolas , cuyas instalaciones estaban dañadas por el paso del tiempo y el juego de los más pequeños de la villa. Es el caso de San Francisco de Goya, en Otxarkoaga, que ha visto resurgir de los escombros un edifico de tres pisos, con patio separado de los niños de Infantil y Primaria, y plazas para 42 alumnos de 4 meses a dos años. También las guarderías de Mina del Morro y San Francisco se han sometido a un lavado de cara municipal que les ha dotado de patios cubiertos donde poder jugar los días más lluviosos y resguardarse del calor cuando apriete el sol en verano.
Además, tanto las nuevas guarderías como las que han soportado reformas han sido dotadas de comodidades para los padres y educadores y para los niños. Y es que, tal y como destacan fuentes municipales, el Ayuntamiento ha ido aprendiendo con cada proyecto. Así, no solo se han incorporado las últimas tendencias en equipación infantil, como paredes redondeadas o puertas con protector para evitar que los niños se pillen las manos, sino que también se han adaptado todas las aulas para aquellos niños que padezcan alguna discapacidad. "Son un lujazo de haurreskolas", aseguran los que han podido disfrutar de ellas.
Y esas personas cada vez son más. De hecho, de 2007 a 2010 se han aumentado en 191 las plazas disponibles, pasando así de 331 a 522. La oferta del consorcio, por lo tanto, cada vez se apareja más a la de los colegios concertados y las guarderías privadas, que en la villa abren 573 y 638 plazas, respectivamente, al año. Teniendo en cuenta, además, la capacidad de las guarderías que dirige la BBK, que albergan 362 niños, y que en Bilbao viven 4.894 niños de 0 a 2 años, -datos de junio de 2010-, un 42,38% de los niños bilbainos disfrutan de una guardería cada año; una media muy superior a la marcada por la Unión Europea, que recomienda que al menos el 33% de la población tenga garantizado el servicio de guardería.
Futuro Pero la oferta del consorcio volverá a crecer en septiembre de este año cuando el Ayuntamiento dé por finalizadas las obras de ampliación de la haurreskola de San Inazio. El proyecto, que ya se encuentra muy avanzado, contempla la construcción de un edificio totalmente nuevo en el que podrán formarse 63 niños, en lugar de los 42 que acoge ahora. Y, teniendo en cuenta el proyecto urbanístico previsto para Zorrotzaurre y el crecimiento de población que espera experimentar, las plazas de San Inazio podrán duplicarse a 126, en caso de ser necesario, gracias a una segunda planta construida para este fin.
En el mundo de los números, el coste del desarrollo de las haurreskolas en Bilbao se traduce a 5.300.000 euros; una inversión municipal que no finaliza aquí. Tiene futuro. Y es que el Ayuntamiento continuará estudiando las oportunidades de la villa para albergar haurreskolas en un futuro, como, por ejemplo, en Zorrotzaurre y Casco Viejo.
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