La práctica avanza; la teoría, no
Tras las elecciones forales de mayo pasado, el cambio de color en Álava y Gipuzkoa tampoco facilita el acuerdo. Cultura asume que la elaboración del documento que debía constituir el marco teórico de su plan estratégico en materia cultural se "ha ralentizado" y pone ahora el foco de atención en los proyectos concretos que ya están en marcha.
El Contrato Ciudadano por las Culturas fue una iniciativa del departamento de Blanca Urgell destinada a sustituir al Plan Vasco de la Cultura aprobado por el tripartito de Juan José Ibarretxe. Después de cruces de críticas al fondo y a la forma en la que se había llevado la negociación, Gobierno y Diputaciones acordaron presentar un texto conjunto, pero no llegaron a redactarlo antes de los comicios de mayo.
Mientras, los grupos sectoriales (Archivos, Artes Visuales, Audiovisuales, Bibliotecas, Danza, Literatura, Museos, Música, Patrimonio y Teatro) siguieron trabajando en paralelo sobre los objetivos concretos. Fuentes de Cultura destacan que los grandes proyectos en los que está implicado el departamento, como el Museo Balenciaga o Tabakalera, quedan fuera de la actuación del Consejo Vasco.
Entre las líneas de trabajo que se han enmarcado en la reflexión del Consejo destaca el apoyo a las "fábricas de creación", definidas como espacios para el ensayo y la invención de diferentes disciplinas artísticas, especialmente entre los jóvenes. Entre los espacios que ya se hallan en marcha como fábricas de creación figuran Zawp, en Zorrozaurre; Harrobia Eskena en el barrio de Otxarkoaga, también en Bilbao, y Azola, un establecimiento de turismo rural situado en Álava, y ya se prepara para acoger otro la antigua fábrica de armas Astra de Gernika. Las fábricas de creación cuentan con un presupuesto de 2.700.000 euros.
El bono cultura, una iniciativa para fomentar el consumo de libros, discos y otra serie de productos culturales en la temporada navideña, es otro de los proyectos destinados a dinamizar la industria del sector y el empleo, una línea de trabajo que también apoyará a las asociaciones y que, en total, contará con un presupuesto cifrado en 1.275.000 euros.
Las propuestas concretas de los grupos de trabajo, alrededor de medio centenar, abarcan desde la creación de nuevas fuentes de financiación al fomento de la cultura participativa, con la creación de una tarjeta para el uso y consumo de productos culturales o un plan de fomento de la lectura, por ejemplo.
En la reunión de hoy se abordará el escollo principal para poner en marcha estas ideas: la implicación económica de las diferentes instituciones en un momento de drásticos recortes presupuestarios en los distintos departamentos de Cultura.
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