8.600 vecinos aguardan para acceder a un alquiler social

Un total de 8.600 ciudadanos están a la espera de poder acceder a un alquiler social en Bilbao. De su lado, el parque inmobiliario de Viviendas Municipales lo conforman 3.975 casas. El Plan Estratégico 2012-2015 de la entidad, presentado ayer por su presidente y concejal de Urbanismo, Rikardo Barkala, y su director general, Marcos Muro, prevé, entre otros objetivos, un incremento de ese número de viviendas hasta alcanzar las 4.500 dentro de tres años.

Están previstas promociones de pisos protegidos en Zorroza (80), Miribilla (173), Amezola (160 pequeños apartamentos para jóvenes), Otxarkoaga, Bolueta y San Adrián. “Estos son nuestros planes, aunque tenemos que hablar con el Gobierno para conocer su disponibilidad”, precisó Barkala. El Ejecutivo contribuye a cada piso construido con entre 40.000 y 43.000 euros.

El plan también incluye la posible venta de las viviendas y lonjas —unas 1.100— a sus actuales arrendatarios. Igualmente, se analizará la vivienda de más de 20 años y, si es preciso, se rehabilitará para su equiparación con las nuevas promociones.

A lo largo de este año se modificará el reglamento de adjudicación de casas. Entre los cambios que podrían introducirse, Barkala destacó dos: el incremento del número de años de empadronamiento exigidos —actualmente son dos— y el posible establecimiento de cupos de edad o sexo en la concesión de los alquileres. “Entendemos que hay sectores que tienen menos oportunidades, como los jóvenes”, justificó el concejal.

La sociedad analizará la posible venta de las viviendas y lonjas a sus actuales arrendatarios
Durante los próximos años se intensificará la inspección para descubrir irregularidades en el uso de las viviendas. “Algunas familias no residen en ellas pese a estar obligadas”, explicó.

El alquiler medio de una casa social nueva en Bilbao cuesta unos 310 euros. Si es vieja, 250. La franja de ingresos de los inquilinos se halla entre los 3.000 y los 39.000 euros. Paga más quien más cobra, pero con un tope de 500 euros, algo que podría modificarse. “Vamos a estudiar aplicar el incremento a toda la franja. No parece justo que pague 500 euros el que gana 25.000 euros y también el que gana 39.000”, razonó Barkala.