Más de 9.000 personas residen de alquiler en las viviendas protegidas de Bilbao

casas_5569_1Tener un techo donde vivir es a veces el eslabón que evita a una familia en situación de riesgo entrar en las estadísticas de la pobreza. Lo decía recientemente el concejal de Acción Social, Eduardo Maiz, al detallar las ayudas que da el Ayuntamiento para complementar los gastos de mantenimiento de las viviendas y paliar la pobreza energética, una pobreza de nuevo cuño que cada vez salpica a más personas. En los últimos diez años, 2.370 familias accedieron por primera vez a una vivienda municipal.

 

En Bilbao, 9.200 personas residen en viviendas municipales, lo que supone que el 2,60% de los 353.256 habitantes de Bilbao reside en una vivienda municipal en alquiler. A este parque inmobiliario con carácter social se suman otras 1.377 viviendas del Gobierno vasco que se encuentran ocupadas por personas que cumplen los requisitos para acceder a estos pisos. Por lo tanto, más de la mitad de las viviendas municipales ha sido ocupada por nuevas familias o personas inquilinas en la última década. Esta rotación se ha incrementado en los últimos ocho años, periodo en el que entran 1.901 nuevas unidades convivenciales en viviendas municipales.

PERFIL Las condiciones precarias del mercado laboral hacen que la mayoría de los jóvenes opten a una vivienda municipal como medio para conseguir su independencia. Así, no es de extrañar que más del 41% de las personas que solicitan una vivienda municipal son menores de 35 años y casi un 80% corresponde a unidades familiares de 1 o 2 miembros.

En cuanto a los ingresos de los inquilinos potenciales, el 35% de las personas reciben entre 9.000 y 15.000 euros y el 25% entre 15.000 y 21.000 euros. Además, en 9 de cada 10 casos, los inquilinos son personas arraigadas en la villa con al menos 5 años de empadronamiento. La presencia de viviendas municipales se extiende por siete de los ocho distritos de Bilbao y se disemina en 21 barrios diferentes. La distribución del parque contribuye al desarrollo de una ciudad heterogénea que evita la concentración de la vivienda protegida en determinadas zonas o en la periferia. La aplicación de esta política activa trata de prevenir la fragmentación socio-territorial, según Maiz.

Según la última memoria de Viviendas Municipales del Ayuntamiento de Bilbao, el último año se adjudicaron 631 nuevos contratos. Las nuevas promociones de viviendas se adjudican por sorteo, entre las personas inscritas en la lista única de solicitantes de vivienda mientras que las viviendas de segunda ocupación se adjudican por el método "ajuste por idoneidad". En 2012 76 nuevas viviendas fueron adjudicadas. De estas, 8 estaban ubicadas en Otxarkoaga, 49 en Rekalde y 19 en Ibaiondo. Otras 112 viviendas se adjudicaron por ajuste por idoneidad y 12 por carencia sobrevenida de vivienda y realojo, un proceso de carácter extraordinario para atender principalmente situaciones de desahucio judicial.

Otras 30 adjudicaciones fueron por cambio de vivienda. Los inquilinos solicitaron el cambio por discapacidad o enfermedad (53%), aumento de miembros de la unidad convivencial (13%), violencia de género o persecución (17%) y otros motivos justificados un 17%. Además, se regularizó la titularidad de 371 peticiones.

El parque de viviendas municipales reserva desde hace un tiempo pisos para lo que se denomina el programa de pisos solidarios que corresponde a 10 viviendas situadas en los distritos de Otxarkoaga e Ibaiondo y 4 viviendas adjudicadas a las asociaciones Hogar Izarra, comunidad terapéutica integrativa para personas con trastorno mental; Lagun Artean, asociación que acompaña los procesos de integración social de las personas sin hogar y otras personas en situación de grave exclusión; Fundación Bilbao Arte, centro de producción artística dependiente del área de Cultura y AVIFES, asociación de familiares y personas con enfermedad mental. El pasado año, el consejo de Viviendas Municipales aprobó el nuevo reglamento general de la entidad con la pretensión de adaptarse a la coyuntura económica de profunda crisis económica que atraviesa la sociedad y que afecta a numerosos sectores de la población. Así, respecto a los solicitantes de viviendas se aumentó de 2 a 3 años el tiempo de empadronamiento exigido para optar a la adjudicación de una vivienda municipal y se incluyó como novedad la adjudicación para la regeneración de los barrios teniendo en consideración el arraigo de los residentes empadronados especialmente jóvenes. Además, las condiciones de acceso al régimen de arrendamiento contemplan periodos de carencia en al pago de la renta, condiciones de bonificación de la misma o exención de avales.

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