ELOGIO DEL COLUMPIO
MINUTO DE SILENCIO
He de reconocer que, cuando escribí sobre el área de juegos infantiles de Makaldi, me equivoqué. Bien es verdad que en aquel momento se tiraban las vallas de aislamiento de la obra constantemente y aquello parecía ser el preludio de algo poco positivo. He de reconocer que, aunque no se puede decir que no existe ningún problema, en líneas generales se ve bonito. Hay ambiente. Me gusta ver a personal infantil de todo tipo en sus instalaciones. Y no hay duda de que el espacio, aun en tiempo de lluvia, sirve para que el tiempo de ocio de la infancia gane en calidad. Además, hay una actividad que está constantemente en funcionamiento. Es el columpio. Balancearse en el aire, poco a poco, en las edades más necesitadas de ayuda con el acompañamiento de una persona adulta, con todo lo que eso significa de intercambio y, cuando ya tienen una cierta independencia, subir los pies por encima de la cabeza y reír en el aire, como si se pudiese volar. Lo necesitan, lo necesitamos tanto…
Pepe
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