Denuncian al dueño de un perro que murió tras estar encerrado en el maletero
La insensibilidad hacia los animales se cobró el 30 de junio una nueva víctima en Otxarkoaga, pero colectivos involucrados en la protección de las mascotas tuvieron constancia del suceso e intentarán que el responsable pague por ello. Miembros de la Asociación Protectora de Animales Puppy Bilbao y el Colectivo Antitaurino y Animalista de Bizkaia registraron ayer en el Ayuntamiento de Bilbao una denuncia contra J.J.C.T., exigiendo que sea inhabilitado para la tenencia de animales, agregando una petición suscrita por 9.000 firmantes en la plataforma Change.org. Pretenden también que se le imponga una sanción y adjuntan testimonios sobre la idéntica suerte que corrieron otros dos perros y dos gatos que poseía.
El Colectivo Antitaurino precisó que han optado por la vía administrativa, interpretando que puede ser más efectiva que la judicial. Ambas asociaciones señalaron que el golpe de calor, fatal para cualquier perro sano, lo fue aún más para Chuqui, que padecía «una grave anemia a consecuencia de una severa desnutrición, era maltratado, tal y como certificaron los hematomas y magulladuras que presentaba su cuerpo, y sufría una importante alergia no tratada».
Todos estos extremos fueron confirmados por la clínica veterinaria que trató de salvar la vida del can. Unos vecinos dieron la voz de alarma el día 29 de junio. Alertaban de los quejidos de un perro encerrado en un maletero. Puppy Bilbao llamó a la Policía, y varios agentes se personaron en Otxarkoaga para rescatar a Chuqui del interior del vehículo. La mascota, «acostumbrada a permanecer aislada en el piso o el coche de su propietario, estaba en shock» por el calor. Pese a los esfuerzos veterinarios, falleció quince horas después.
El «abandono» al que este individuo «bajo tutela de los servicios sociales y con problemas de alcoholismo», según Shiva Sánchez, vicepresidenta de Puppy Bilbao, sometía a su mascota quedó de manifiesto «tras una inspección municipal por los olores que desprendían los residuos acumulados en su vivienda». La visita reveló la dermatosis y la desnutrición de «un setter de veinte o más kilos, que pesaba entonces unos quince». Se instó al dueño a que lo sometiese a tratamiento, pero el estado en el que fue hallado hace dos semanas reveló que incumplió la orden
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