A un año vista de la línea 3
La construcción de la línea 3, el recorrido ferroviario de casi seis kilómetros que unirá Etxebarri con Matiko bajo los barrios altos del norte de Bilbao, marcha a todo tren. A un año aproximado de su puesta en servicio, los trabajos ya se han culminado en un 90% y, a excepción de la estación del Casco Viejo, la última en iniciarse el pasado año, el resto de paradas están concluidas. Es más, varias lucen ya sus ascensores y escaleras mecánicas instalados.
DEIA ha entrado en los túneles que serpentean por debajo de Otxarkoaga, Txurdinaga, Zurbaranbarri, Uribarri y Matiko y ha comprobado cómo todo tipo de gremios trabaja en múltiples frentes. “A esta alturas, la labor de coordinación entre los diferentes tajos es vital para cumplir el calendario”, aseguran fuentes de la dirección técnica, responsabilidad de Euskal Trenbide Sarea, (ETS) la entidad pública encargada del proyecto.
En estos momentos hay cerca de 250 operarios que están trabajando en tareas tan diversas como la instalación al milímetro de las escaleras mecánicas en la parada de Zurbaranbarri, la colocación de las luminarias sobre los andenes de Otxarkoaga o el tendido de los raíles que comenzará en quince días empezando desde la estación en superficie de Etxebarri. Mientras, dos trabajadores en un camión cargado de vías depositan poco a poco los rieles en un lateral del suelo de la galería, justo al lado de la estrecha acera por cuyo interior discurren todos los cableados de comunicación, electricidad y datos necesarios para la circulación de los trenes. A comienzos de febrero se empezará la instalación de las vías, un hito de calado dentro de unas obras que están siendo más complejas y diferentes que las de las líneas 1 y 2 del metro.
Desde la dirección de obra indican que “es un tramo largo, donde están trabajando a la vez muchos gremios solapados obligados por los problemas que se han sufrido”. “En las otras líneas primero se terminaba la obra pura y dura y luego se metían las instalaciones y lo que llamamos superestructura”, aclaran. Este término de argot ferroviario describe la puesta en servicio de todos los elementos complementarios necesarios para que los viajeros puedan usar el tren. Ahí se enmarcan la colocación de las escaleras que bajan a los andenes, los sistemas antiincendios, la catenaria por donde va la energía que mueve los convoyes o los carteles indicativos de las estaciones, entre otras instalaciones.
Muchos de estos apartados están finalizados. Por ejemplo, se han panelado ya los vidrios de las barandillas y de las mezzaninas en las estaciones tipo caverna. También están en su sitio, en los accesos de Uribarri y Zurbaranbarri, los pasillos rodantes iguales a los instalados en la estación de la línea 1 del Casco Viejo. Asimismo, se ubican en su tubo vertical los dos ascensores gemelos idénticos a los que conectan la estación de Casco Viejo con los campos de Mallona.
PARA SEMANAS ANTES Otras instalaciones más de detalle se dejan para las semanas previas a la inauguración con el fin de que el trasiego de la maquinaria que todavía se moverá durante unos meses no deteriore, por ejemplo, la pieza ubicada a lo largo de los andenes que indica a los pasajeros que no rebasen esa línea antes de llegar el tren.
Y es que las labores de construcción de infraestructura aún esta activa, aunque se espera concluirla a lo largo del próximo mes. Por ejemplo, diversos operarios se afanaban esta semana en terminar el encofrado que resta por culminar en el túnel de salida de la estación de Txurdinaga, en dirección a Matiko. La razón de la demora es que este punto del trazado fue el que se tuvo que modificar sobre la marcha al detectarse que la zona inicial por la que iba a discurrir el itinerario subterráneo no tenía la estabilidad suficiente para excavar el túnel.
Ello obligó a ETS a modificar los planes y construir una nueva galería que evitara la zona geológica inestable. Un tramo nuevo de 600 metros de longitud por debajo del barrio de Txurdinaga, que alberga la estación del mismo nombre, la cual dará servicio a la zona. Este recorrido se ha construido con todo mimo y reforzando las medidas de seguridad geológicas en estos terrenos blandos. Un ejemplo. La galería excavada tiene una anchura o sección mayor de la habitual ya que luego se ha encofrado con un grosor superior al standard de otros túneles que discurren por terrenos de gran dureza.
DIPUTACIÓN Y GOBIERNO VASCO Cambios que han implicado demoras en el calendario previsto inicialmente y más coste económico para las arcas públicas. Cuando se hayan facturado todos los trabajos, la línea 3 habrá supuesto un desembolso de 279 millones de euros que están financiando a partes iguales el Gobierno vasco y la Diputación de Bizkaia gracias al convenio que firmaron ambas instituciones.
Mucho dinero para un proyecto complejo que ha estado trufado de diversas vicisitudes, tanto propias como ajenas, y aborda su última fase de obras antes de iniciar el periodo de pruebas de circulación de trenes. Desde ETS se confirma que los trabajos estarán concluidos para finales de este ejercicio, aunque la entrada en servicio de los convoyes se puede demorar algo más, hasta el primer trimestre del próximo año.
Aunque todas las instalaciones estén concluidas, luego Euskotren, la compañía ferroviaria dependiente del Gobierno vasco que va a gestionar esta línea, deberá tomar posesión de ellas.
Eso implica un periodo de pruebas con los nuevos trenes que irá recibiendo la compañía de fábrica este año y que servirán a este trayecto. Lo mismo ocurrirá con instalaciones eléctricas, de comunicación o energéticas, las cuales se deberán integrar con los servicios de Euskotren que, por un lado, vienen desde Bermeo, Durango y Eibar y, por otro, desde Lezama. La razón es que estos trenes se integrarán en el nuevo trazado dando así oportunidad a todos los clientes de Euskotren de entrar hasta el Casco Viejo y conectar en esta estación con la línea 1 y 2 del metro. Una novedad en las conexiones ferroviarias que seguro mejorará la movilidad del territorio.
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