El Ayuntamiento ha esterilizado a 222 gatos callejeros en el último año
Un gato cruza la calle y se escabulle por el agujero de una fachada. Es uno de los cerca de mil felinos callejeros que, distribuidos en colonias, habitan en la villa. Ayudan a controlar las plagas de roedores, pero su superpoblación también puede convertirse en un problema. Hace seis meses, el Ayuntamiento de Bilbao puso en marcha el método CES (captura, esterilización y suelta), que sirve para controlarlos. El balance es más que positivo: 222 gatos han pasado por el programa.
Dos operarios municipales recorrieron las calles de la ciudad en busca de rincones donde los felinos se cobijaban y alimentaban. Encontraron 108 puntos, pero pronto vieron que era necesaria la colaboración de las denominadas gateras, personas que alimentan a los gatos del vecindario de forma voluntaria.
«La mayoría de ellos solo se deja ver por la noche», explica Jone Zugazaga, vecina de Otxarkoaga. Ella fue la primera gatera con la que contactó el Ayuntamiento. Lleva ya 15 años a cargo de varias colonias, alimentando y cuidando de los animales enfermos. «Ahora, de vez en cuando, dejo de darles comida durante un día, coloco las jaulas trampa y los llevo a la clínica para esterilizarlos». Allí quedan registrados con una ficha.
Prevenir enfermedades
Todo el proceso corre a cargo del Consistorio, que ha llegado a un acuerdo con distintas clínicas de la ciudad. Los beneficios son claros: esterilizarlos elimina el celo, que evita los ruidos de maullidos y las peleas. Además, previene enfermedades como el cáncer de útero y de mama de las hembras. En el proceso, los gatos reciben un tratamiento y son desparasitados: «Si son dóciles intentamos buscarles un hogar y si no, los dejamos libres de nuevo». En la calle, la expectativa de vida de los felinos suele ser de «unos cinco o seis años». «En Otxarkoaga hemos conseguido que adopten a 32», dice orgullosa Jone.
En otros barrios aún queda trabajo por hacer, aunque poco a poco el Ayuntamiento se va ganando la confianza de las gateras. En la actualidad, ya colaboran 32. Los felinos no se reparten de forma uniforme, se registra una mayor cantidad en barrios con zonas verdes, como Txurdinaga o Zorroza. «En Abando no hay ninguno».
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