El Gobierno vasco prepara un Plan integral de intervención en los barrios de la CAV
Un tercio de la población de Euskadi (el 31% de la población) vive en barrios de vulnerabilidad alta o muy alta, según el inventario y diagnóstico de las necesidades de intervención del parque edificado del Gobierno Vasco. Nacer y habitar en uno de ellos puede suponer hasta 10 años menos en esperanza de vida, como ha estudiado Osakidetza. «No puede ser que el barrio donde vivas determine tu esperanza de vida. Es preciso actuar», asegura la viceconsejera vasca de planificación territorial.
Este es el punto de partida que va a llevar al Gobierno Vasco a diseñar un Plan integral de intervención en barrios. Según Leturiondo, «recogería un estudio de todos y cada uno de los barrios de la CAV: situación, necesidades, qué inversión supondría actuar, con qué medidas, etc. Sería la foto fija de a dónde queremos ir a largo plazo y programar las inversiones necesarias».
De manera más concreta, el Gobierno Vasco está experimentando en unos «barrios laboratorios o auzolab» la rehabilitación integral de los mismos, consciente de que no puede limitarse a acciones físicas puntuales. «Llevamos años trabajando en fachadas, accesibilidad, reurbanizaciones, pero ese 31% se mantiene. Necesitamos medidas de carácter social: formación, revitalización comercial y económica…si queremos acabar con esa cifra tan alta», explica la viceconsejera.
A las actuaciones ya en marcha en los barrios de Coronación (Vitoria), Txonta (Eibar) y Txomin Enea (San Sebastián), se ha sumado este año Otxarkoaga en Bilbao y antes de que acabe 2018 lo harán Aramotz en Durango, Iñigo de Loyola en Irun y La Esperanza en Lasarte. Para este año el Gobierno Vasco ha presupuestado veinte millones de euros a invertir en estos auzolabs.
En todos estos casos, explica Leturiondo, «es fundamental el liderazgo de ayuntamientos». «Se elige una zona del barrio, unas manzanas. En Otxarkoaga, por ejemplo, 240 viviendas. Lo primero, es estar con los vecinos y asociaciones que mueven el barrio. Es fundamental que los proyectos nazcan de abajo a arriba. Va a haber una inversión pública importante, pero rehabilitar edificios privados no puede ser solo con ayudas públicas». Ante el hecho de que en estos barrios hay muchos vecinos que no pueden afrontar esa inversión, Leturiondo garantiza que «a nadie se le va a dejar atrás. No habrá subvenciones a fondo perdido, pero sí ayudas para que puedan saldar su deuda poco a poco»
Últimos comentarios