Categoría: Ante el final

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LA MUJER QUE DESEA SABER EL PADRE NUESTRO

Me encuentro con Felipe, un navarro de Tierra Estella, con muchos años en Bilbao, pero con el espíritu originario a flor de piel. Felipe se encuentra en una situación delicada y ya, oteando el final de su vida entre nosotros. Tras un rato de estar con él, ya me voy yendo y una joven que se encuentra a su lado, me detiene un momento. Quiere hacerme una consulta. Ella, movida por el amor a su padre, le acompaña en todo momento y en tanto tiempo que permanece a su lado, descubre que a su padre se le han olvidado algunas...

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¡ELLA HA DADO TANTO Y ESTA TAN SOLA!

Ella se llama Mercedes. Es una mujer entrañable, muy reducida en sus carnes y con el rostro surcado por pliegues ya profundos, que indican que ya lleva muchos años de vida –87– entre nosotros. Para poder verla, tengo que ponerme una mascarilla en la cara, que me tapa boca y nariz, de tal manera que pueda estar a su lado sin ningún problema de contagio. Una vida entregada la suya, desde su más tierna juventud. Quedó viuda a los 30 años y ya para entonces había traído 8 churumbeles –un chico y siete chicas– a este mundo nuestro. Sus siete...

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EL HOMBRE QUE AMABA Y ERA AMADO

El se llama Pedro y tiene 58 años. Es un hombre en cuyo rostro se ve nítidamente que el cáncer está avanzado en su cuerpo. Me dice que él ya creía y sigue creyendo, pero no tanto como antes. Se le ve con una sonrisa a medias, pero expresando al mismo tiempo que ya no puede más. En este encuentro inicial me ofrezco a hablar con él cuando lo desee y sobre lo que crea oportuno hacerlo. A su lado, su mujer, Antonia, un caudal de amor entregado, humilde pero muy cercana, entrañable. Carmen, mi compañera, me dice una mañana...

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ELLA SI DESEA RECIBIR LA UNCIÓN

Se llama Marta. Tiene 43 años y se encuentra en el Hospital desde hace dos meses. Es una mujer guapa, atractiva, pero la muerte la va visitando poco a poco, se acerca y se aleja y no sabemos cuándo, pero llegará el momento del abrazo final. Su padre muestra una fidelidad entrañable con ella. Todos los días pasa muchas horas a su lado. Su tristeza es grande. Es su única hija y se le va marchando. Es una continuada separación la que van viviendo padre e hija, pero hay un acoger la realidad en ambos. Saben que se van a...

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LA MUER QUE VEIA CON LOS OJOS DEL INTERIOR

Me dispongo a echar una cabezadita y recibo una llamada en mi móvil. El asunto es claro, me toca subir al hospital y celebrar la Unción de Enfermos con una mujer que se encuentra ya en una situación de enfermedad avanzada. ¿Quién es esta mujer? La conozco desde hace unos meses y siempre me ha parecido profundamente entrañable. Ella no ve, por su ceguera física, además está bastante sorda. Al verla, me surge desde muy dentro el besarla en la frente y rostro, que me parecen tan acogedores. Ella no sabe quién soy yo y pregunta por ello a su...

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LA MUJER DE LA SONRISA

Entrar en una habitación es casi siempre un misterio. Cada vez que lo hago no sé con quién me voy a encontrar y en qué situación va a estar, pero siempre lo hago decidido. Las personas que se encuentran dentro merecen que yo me acerque a ellas, porque están normalmente en momentos decisivos de sus vidas. Me encuentro con una mujer ya avanzada en años –la lista me dice que tiene 93– y que conozco desde hace muchos años. Ella ha formado parte de un grupo de mujeres ya mayores, que hace algunos años se reunían y divertían en los...

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LA TERNURA TIENE NOMBE DE MUJER

En estos días de vuelta de vacaciones he conocido a una mujer maravillosa. Desde el primer momento en que la vi, me quedé atrapado en lo que en ella encontraba. Es una mujer joven todavía, 61 años, y está en el ocaso de su vida. Ella sabe que sus días están contados y esta realidad la vive con una entrega total. Se la ve con una paz interior profunda y con una enorme tranquilidad ante el paso que va a dar. Deseo quedarme enganchado en esa aureola de paz que ella, sin moverse para nada de su lecho, es capaz...

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HAY QUE PEDIR PERMISO

Entro en una habitación y me encuentro con una señora de unos 40 años. Ella, al darse cuenta de que soy el capellán, me expresa su deseo de que su suegro, a quien atiende con mucho cariño, reciba la “extrema unción”. Le respondo que podemos hacerlo en ese mismo momento, pero ella necesita llamar a su marido para que éste dé su consentimiento. La respuesta de su marido, a quien ella llama desde el teléfono móvil, es clara: “Podemos hacerlo, pero sin que ella se dé cuenta”. ¡A qué tipo de planteamientos llegamos por el miedo que tenemos a la...

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ESTA COMO DORMIDO

Recorriendo las habitaciones del hospital, me encuentro con una cortina de color verde, que colgando desde el techo hasta el suelo, aísla una cama del resto de las de la dependencia donde me encuentro. Puede ser la señal de que alguien ha fallecido. Paso a este lugar así apartado del resto de la habitación y me encuentro con una mujer joven que está como petrificada. Su padre ha fallecido, su rostro de color pardo expresa que ya ha acabado su caminar entre nosotros. Acompaño a esta mujer en el dolor y cuando voy a plantearle el orar por su padre,...

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ACOGIENDO LOS ÚLTIMOS MOMENTOS DE LA VIDA

Una enfermera de la planta me llama y me dice que una persona desea que acuda a estar con ella. Voy en seguida a la habitación a la que me envían y me encuentro con una ancianita preciosa. Ella me recibe sentada en la cama, con la parte delantera levantada y llena de almohadas, que sostienen un cuerpo ya gastado por los años –95– y con muy escaso peso ya. Con su voz, tierna y acogedora, me dice con ternura: “Joseba, cada vez respiro peor y sé que mi vida ya va a ser breve. Me van a dar el...

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LA SIESTA QUE NO FUE TAL

Me dispongo a descansar un rato, es algo que me encanta. Cuando estoy entrando en la cama, recibo una llamada en “ese “maravilloso aparato” que siempre debo tener abierto, el móvil. “¡Invento del diablo!” ¿Quién será la persona que me llama justo en este momento? Intuyo que la llamada viene del hospital y así es. Myriam, la simpática recepcionista, me avisa de que una familia necesita mi presencia. En un momento me visto y voy veloz a coger un taxi ¡es lo más adecuado en estos momentos! Tras llegar al hospital, subo a la sacristía y después de coger el...

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DOMINGO DE RAMOS

Subo al hospital en taxi. Hoy es día de fiesta y quiero estar presente en la celebración. Me encuentro con Carmen, mi compañera de equipo, y sus hermanas de comunidad –unas mujeres muy entrañables, sobre todo Carmen, a la que más conozco–. Ellas se encargan de la preparación de todo lo relacionado con la celebración y yo voy recorriendo los pisos y habitaciones, para dar la comunión a las personas que, estando imposibilitadas para salir de la habitación, desean recibir al Señor. Aprovecho para saludar también a las personas que se encuentran en las mismas habitaciones, aunque no deseen comulgar....

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¡QUÉ BIEN BESA VD. PADRE!

Otra mujer entrañable. Me encuentro con ella en el descansillo   del piso donde lleva ya unos cuantos días. Hablamos y me recita, con la ayuda de su hija, una poesía preciosa. ¡Lástima que no tenga un aparato para grabarla! Como premio le doy un beso y cuando ya me voy marchando, me agarra con fuerza de la mano y me dice: “Para ser usted cura, ¡qué bien besa, padre!” A una compañera, que se encuentra al lado, le doy también otro beso y se queda contenta de hacerle ese detalle. ¡Cómo no voy a desear ir al hospital con...

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ELLA CUMPLE 97 AÑOS

    En una de mis visitas a las habitaciones del hospital, que realizo todos los días que subo, me encuentro con una viejecita acurrucada en el sillón. Su figura destaca en el lugar en el que se encuentra. Me acerco a ella y me expresa que se encuentra muy sorda y que apenas me escucha. Entre otras cosas me dice que el próximo domingo, día en que normalmente no subo al hospital, cumplirá 97 años. Me despido de ella con la intención de llamarle por teléfono ese día. Llegado el domingo, le llamo y su sorpresa es enorme; no...

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EN LA CAPILLA DEL HOSPITAL

    En nuestro hospital tenemos, quizá porque es uno de los más antiguos, la capilla más hermosa de todos los hospitales de Bizkaia. Es un lugar amplio, con bastante luz, que le llega de ambos costados. Como todo está terminado en madera, da una sensación de acogida y bienestar, como para estar a gusto un buen rato. En la entrada de la capilla, nos encontramos con un buen panel de fotos y una leyenda en las paredes, fotos y leyenda que rezuman historia. Fueron realizadas nada menos que hace 50 años. Hacen referencia a la fiesta que se realizó...

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¿QUE TE TRAIGO?

      La tarde está un poco cargada de calor en el hospital. Quizá la calefacción se ha puesto a una temperatura un poco elevada y los enfermos se encuentran en estos momentos echando la típica siesta; pues no hay nada mejor que hacer. Al entrar en la habitación me doy cuenta de que la penumbra domina la situación. Intento ir sigilosamente a ver cómo se encuentran las personas encamadas; todas ellas, dormidas. Como me queda poco tiempo para seguir en el hospital, pues la misión parroquial en mi barrio de Otxarkoaga demanda ya mi presencia, me acerco a...

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Subida al Hospital

Presentamos a un nuevo colaborador, muchos ya lo conoceréis porque es el cura del barrio, Joseba Bakaikoa, que nos va a contar, a modo de libro por entregas, sus vivencias en el Hospital de Santa Marina. Subo al hospital, en bici. Plato pequeño, piñón grande. Los 1.800 primeros metros me cuestan 15 minutos. ¡Cuesta! Los 1.350 metros siguientes, los hago en 7 minutos. Esta vez, al ser la resistencia de la pendiente más leve, el plato es el mediano. Al final, los 670 metros finales, pendiente final en bajada, plato grande y piñón pequeño, los hago en dos minutos. ¡24...