Más de un centenar de menores no acude habitualmente a la escuela en Euskadi
Más de un centenar de menores en edad escolar no acude al colegio en Euskadi. Factores como el entorno social, familiar, derivados de la incapacidad del niño o niña para adaptarse al nivel, el abandono o, en el extremo opuesto, el proteccionismo excesivo… Abordar con efectividad las causas que provocan el absentismo es tan complejo como el fenómeno mismo. Aunque residual, apenas afecta al 0,1% de la comunidad escolar, no se ha logrado atajar la desescolarización del sistema educativo vasco, que en el curso 2007-2008 registró 130 casos extremos. Por tanto, el absentismo 0 continúa siendo un reto para los responsables del Departamento de Educación.
Inspección de Educación detectó el año pasado 38 casos de desescolarización en Primaria y 92 en la ESO, lo que supone un 0,03% y un 0,1% del alumnado matriculado en esos niveles. Tanto el centro, como los Servicios Municipales y la Delegación de Educación tienen la obligación de actuar para garantizar el derecho a la educación con la escolarización obligatoria. Si el colegio no logra solucionar el problema, se solicita la intervención de los ayuntamientos correspondientes. Cuando todo falla; si la intervención de los servicios sociales de base, los mediadores escolares y los técnicos municipales no logran reintroducir al menor en el sistema, entra en juego la Fiscalía de Menores.
El Ministerio Fiscal suele actuar en todos los casos derivados desde la Delegación de Educación y denuncia al Juzgado correspondiente a aquellas familias que puedan incurrir en un presunto abandono familiar.
En Euskadi, existen programas específicos para erradicar el absentismo, como el aprobado en abril de 2003 por el Departamento de Acción Social de la Diputación Foral de Bizkaia o el protocolo de Eudel. En lo básico, este protocolo coincide con el que Inspección de Educación ha formulado para los centros de Gipuzkoa y Araba. Sin embargo, es Bizkaia, el Territorio en el que se ha estudiado con mayor detenimiento este fenómeno. Su último informe señala que el absentismo escolar es una realidad "muy significativa" en zonas metropolitanas deficientemente integradas o desfavorecidas, sobre todo entre las poblaciones de inmigrantes, minorías étnicas y familias desestructuradas. Por tanto, en muchas ocasiones, la desescolarización y el absentismo "no sólo representan un grave problema educativo sino que también constituyen un considerable problema social".
Los expertos no se ponen de acuerdo a la hora de dar con las causas que generan la conducta absentista si bien lo relacionan directamente "colectivos marginales". La precariedad económica, infravivienda, relaciones conflictivas en la familia, las toxicomanías, la prostitución, determinados tipos de trabajo como la venta ambulante, la delincuencia, la situación de prisión son el caldo de cultivo perfecto de la desescolarización.
Pero si la familia y el entorno son determinantes, las causas centradas el menor también. En base a la experiencia adquirida, algunos de los motivos que inducen a los menores a hacer pira son la baja autoestima, el sentimiento de falta de competencia, sentirse desplazado o mal considerado e incluso los trastornos psicológicos y psiquiátricos.
Delincuencia infanto-juvenil Además, la mala preparación académica anterior y los malos resultados también influyen. Según este informe, el bajo nivel de sintonía con el profesorado o con el propio tutor pueden ser causa de la baja asistencia. Y entre colectivo de adolescentes y preadolescentes que no acude regularmente al colegio destaca su oposición sistemática a las normas establecidas, que en algunos casos derivan en predelincuencia infanto-juvenil.
Inspección de Educación también introduce en la categoría de desescolarización a los homeschoolers, los menores cuyas familias optan por la educación en casa. Sus expedientes, por tanto, siguen el mismo recorrido que el de cualquier absentista hasta llegar a la Fiscalía de Menores. Fuentes del Departamento de Educación apuntan que la normativa vigente "vincula el ejercicio del derecho a la educación con la escolarización obligatoria en la etapa que va del 6 a los 16 años". De hecho, explican, los casos llegan hasta el Ministerio Fiscal por entender que es la institución que mejor puede proteger los derechos de los menores, "ya que no estaríamos pensando en el currículo de áreas académicas que se imparten en los centros, sino en la posibilidad de interrrelacionarse con iguales, de aprender a convivir".
No obstante la inspección "es consciente" de que éste es un tema de discusión, incluso en los ámbitos jurídicos. "Hay quien opina que el derecho que está en litigio es el derecho a la educación y que éste puede salvarse por medios no exclusivos de la escolarización institucional".
No sé si una de las soluciones para el absentismo escolar podría ser la “policía escolar”, según parece en “los años sesenta en Suiza, la policía se personaba en casa de los padres a preguntar por qué su hijo llevaba dos o tres días sin ir a clase”, así lo explica M. JESUS Almeida, en http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=431005 ,parece ser que ahora ese método también se implanta en Extremadura http://ecodiario.eleconomista.es/espana/noticias/676804/07/08/Policias-locales-de-Extremadura-controlaran-el-absentismo-escolar-a-traves-de-un-acuerdo-entre-Educacion-y-Fempex.html y en Valencia, http://www.elpais.com/articulo/Comunidad/Valenciana/FRANCIA/Policia/escolar/elpepiespval/20000131elpval_3/Tes?print=1 y en varios países suramericanos.
Creo que en el absentismo escolar, falla lo principal, el ejemplo de la familia,como dice el artículo “ la familia y el entorno son determinantes, las causas centradas el menor también”.
Creo que en el entorno familiar de esos jóvenes, la falta madurez y de responsabilidad por parte de sus padres, (en algunos casos por ser “familias desestructuradas”, pero en otros casos, porque creen que “dejando hacer” a los hijos les educan mejor,),es determinante en el futuro de esos jóvenes.
Decía mi padre, que “en la escuela te enseñan cultura, la educación tiene que venir de casa”, ! que razón tenía ¡, la EDUCACIÓN ,( con mayúsculas), de educar,(Del lat. educ?re).1. tr. Dirigir, encaminar, 2. tr. Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc,),debe ser la obligación prioritaria de los padres o tutores de esos jóvenes.
Lo peor de todo, es que éstos jóvenes, con mala,(o nula), preparación académica, además de poder ser potenciales delincuentes juveniles, serán en un futuro los padres de las nuevas generaciones de jóvenes, cuyos padres,(los jóvenes de hoy), no estarán capacitados para inculcar en sus hijos el valor de la educación y la cultura, dando lugar a que el problema se agrave, con repercusiones sociales imprevisibles.
Fdo.-Carlos Vegas