NUEVA PROPUESTA PARA LA ANTIGUA IGLESIA

 De templo religioso a templo de la cultura para el barrio de Otxarkoaga. Ése es el camino que los vecinos quieren que siga la iglesia del Santísimo Nombre de María, donde dejaron de celebrarse eucaristías en el pasado mes de julio. "Queremos hacer de este edificio un teatro vivo", explica Mikel Roldán, que ha supervisado el proyecto.

De llevarse a la práctica esta propuesta, una barra de bar será el espacio alrededor del cual girará la vida del futuro equipamiento. "Gran parte del tiempo que pasamos en la calle. Si no hay bar no hay movimiento, de modo que también centrará nuestro día a día", asegura. El espacio que antes acogía las celebraciones litúrgicas quedará transformado en "una sala multifuncional que albergue tanto proyecciones de películas de cine como obras de teatro".

Otra idea que define el modelo de instalación cultural que pretenden instaurar es "que esté en continuo movimiento y permanezca abierto". Así, cuando los focos y las luces se hayan apagado, sugieren que los grupos musicales o de danzas del barrio puedan utilizar el local en sus ensayos.

También confían en que la oferta musical se enriquezca con la programación de conciertos "de jazz, folk y un amplio abanico de tendencias" y se pueda configurar "una programación musical estable". Salvando las distancias, "como el Kafe Antzokia".

Incluso guarda cierto paralelismo. "Se ha preservado el coro de la antigua iglesia, lo que nos da muchas más posibilidades a la hora de diseñar la distribución del espacio interior", apuntan. Aparte de la sala principal, se habilitarían estancias más pequeñas en las que las agrupaciones del barrio podrían impartir talleres, cursos y seminarios.

Mikel Roldán ha convivido con este concepto artístico durante su estancia en Inglaterra e Irlanda y ahora pretende importarlo a su lugar de nacimiento. A su juicio y el de los vecinos, "carece de una oferta adecuada y eso obliga a los jóvenes a marcharse a otras zonas para disfrutar de su tiempo de ocio".

El derecho de uso de la edificación pertenece al Ayutamiento de Bilbao desde hace poco más de un año. Lo adquirió en marzo de 2008 a cambio de la cesión de la propiedad de la iglesia de los Santos Justo y Pastor al Obispado. Esta iglesia es la única con la que cuentan ahora los vecinos de Otxarkoaga y dos casas rurales que hasta esa fecha eran propiedad de Viviendas Municipales. La transacción se llevó a cabo por cerca de 840.000 euros.

La innovación que plantea se reflejaría en todos los aspectos de la construcción, próxima al centro de distrito de Otxarkoaga, empezando por el exterior. Éste será un elemento importante para transmitir ese espíritu y los vecinos quieren que se perciba con la primera mirada. "En el lugar que antes ocupaba la cruz queremos instalar una reproducción de menor tamaño de la escultura de Oteiza ‘Variante ovoide’ de la desocupación de la esfera, que se encuentra frente al Ayuntamiento, que sirva como veleta", añade. Una elección que no es casual: "A esa obra la llamamos ‘La Txapela’, que también era el apelativo de un vecino muy querido por todos nosotros al que queremos rendir homenaje de esta forma". No será el único signo de modernidad en la apariencia exterior del edificio. Si cristalizan los deseos de los creadores del proyecto, la fachada "tendrá hierba y enredaderas, que simbolizarán que se trata de un equipamiento que está naciendo y quiere crecer continuamente". Además, valorarán "colocar objetos de reciclaje que cambien de aspecto en función del viento y la luz". Nada que ver con la apariencia sobria que todavía se impone